Cómo inducir las ganas de orinar
Cuando la vejiga está llena, la necesidad de orinar es una señal natural. Sin embargo, puede haber situaciones en las que necesites hacerlo aun cuando no sientas ganas, como cuando te haces un análisis de orina, o simplemente cuando vas al baño antes de salir de tu casa para un viaje largo.
En Ideas en 5 minutos, te mostramos algunas técnicas sencillas en caso de que necesites inducir las ganas de orinar.
1. Escucha el sonido del chorro de agua
Antes de orinar, abre el grifo del lavabo o tira de la cadena. El sonido del chorro de agua puede provocar las ganas de orinar. Algo que también puede ayudar es reproducir pistas de audio de agua corriendo.
2. Inclínate hacia delante mientras estés sentado en el inodoro
Esto puede añadirle una presión adicional a la vejiga, lo que provocaría la micción.
3. Da golpecitos o presiona la zona baja del abdomen
Cuando estés sentado en el inodoro, da golpes repetitivos en la zona entre el ombligo y el pubis con la punta de los dedos para estimular la micción. Golpea una vez por segundo durante un máximo de 30 segundos.
También puedes sentarte en el retrete con la cabeza hacia abajo, como si estuvieras defecando. A continuación, presiona suavemente el bajo vientre con el antebrazo. Este método se conoce como la maniobra de Valsalva.
❗ Asegúrate de no presionar la vejiga, ya que podría provocar una infección u otros problemas de salud.
4. Toca la cara interna del muslo
Acaricia la cara interna del muslo con la punta de los dedos mientras estás sentado en el inodoro. Esto puede ayudarte a que sientas ganas de orinar.
5. Intenta relajarte
Mientras estás sentado en el inodoro, cierra los ojos y empieza a respirar profundo, asegurándote de relajar todos los músculos del cuerpo.
6. Huele aceite de menta
Oler aceite de menta puede desencadenar las ganas de orinar. Solo tienes que echar unas gotas en un pedazo de algodón y olerlo mientras estás sentado en el inodoro.
💡 También puedes poner unas gotas de aceite de menta en la taza del inodoro para conseguir el mismo efecto.
7. Sumerge las puntas de los dedos en agua
Vierte un poco de agua tibia o fría en un cuenco pequeño o en el lavabo y mantén las yemas de los dedos allí hasta que sientas que necesitas ir al baño.