Cuál es la diferencia entre un lunar, una verruga y un papiloma
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. En ella pueden aparecer varias neoplasias, entre las cuales se pueden destacar lunares, papilomas y verrugas. Por lo tanto, es imprescindible saber distinguirlos para saber cómo actuar ante ellos.
Ideas en 5 minutos te contará cuál es la diferencia entre los papilomas, verrugas y lunares.
❗ Este artículo fue escrito con fines informativos y no sustituye las recomendaciones de un especialista.
Lunar
Nevus o nevos es la denominación científica de un lunar. Los lunares son crecimientos en la piel, cuyo color varía desde el tono natural de la piel hasta un color café o negro. Se desarrollan a partir de células pigmentarias. Los lunares pueden aparecer en cualquier parte de la piel o las membranas mucosas, tanto solos como en grupos. Frecuentemente crecen vellos sobre ellos.
La gran mayoría de los lunares aparecen antes de los 20 años. Por lo general, la cantidad normal en un adulto oscila entre 10 y 40. Con el paso de los años, los nevos pueden comenzar a cambiar poco a poco, volviéndose más claros y prominentes, pero esto puede no ocurrir. Algunos lunares permanecen iguales, mientras que otros pueden desaparecer por completo.
Los nevos constan de melanocitos, los cuales a su vez son células que producen el pigmento y le dan a la piel un tono natural. La mayoría de los lunares suelen aparecer en las zonas del cuerpo que están más expuestas a la luz solar. Si con frecuencia te encuentras bajo los rayos del sol, entonces su número puede aumentar.
La presencia de lunares entraña un cierto riesgo principalmente en edades avanzadas. Una gran cantidad de nevos en el cuerpo, su gran tamaño o su aspecto inusual pueden ser una razón para acudir a un especialista.
Verruga
Una verruga es una neoplasia en la piel similar a una ampolla dura con una textura áspera. Incluso a veces se puede notar un punto negro dentro de ella; esto se trata de un vaso sanguíneo. Algunas verrugas se parecen a una coliflor.
La aparición de verrugas está ligada con el virus del papiloma humano (VPH). Suelen formarse cuando el VPH penetra por un corte o desgarro en la piel y, de este modo, desarrolla una infección. El VPH es altamente contagioso. El virus puede transmitirse a otras personas o pasar de una parte del cuerpo a otra.
Los niños son más propensos a adquirir verrugas, dado que a menudo tienen heridas en la piel. Aun así, esto no significa que las verrugas no aparezcan en la piel de los adultos. Las personas con enfermedades autoinmunes o con un sistema inmunitario débil, en particular los ancianos, son más vulnerables al VPH.
En casi todos los casos, un médico puede diagnosticar una verruga con tan solo examinarla visualmente, pero a veces se necesita una biopsia para detectar el VPH.
Frecuentemente, las verrugas desaparecen por sí solas después de que el sistema inmunitario de una persona comienza a combatir el virus. También pueden pasar muchos años antes de que desaparezcan. Un médico puede recetar un tratamiento, dado que estos crecimientos cutáneos tienen un aspecto poco estético, y además, son capaces de distribuirse y causar dolor. Por lo general, esto implica una terapia con medicamentos e intervención quirúrgica.
Papiloma
El papiloma cutáneo es una proliferación benigna en la piel. Asimismo, cuenta con una multitud de nombres tales como acrocordón, marca cutánea, pólipo fibroepitelial, fibroma de péndulo, fibroma blando y marca cutánea de Templeton.
Los acrocordones se ven como una acumulación de tejido en la piel y se asemejan a un injerto colgante de piel suave. Por lo general, son del mismo color que el resto de la piel, pero algunos pueden ser color café, rosa o negro. Los papilomas cutáneos oscuros se asemejan a un lunar prominente. La gran parte de estas neoplasias alcanzan de 1 a 5 mm, pero en algunos casos pueden llegar a tener varios centímetros.
A menudo, los papilomas aparecen en los pliegues de la piel que tienen fricción, como son párpados, axilas y cuello. Por lo general, aparecen tras frotarse en la piel con la ropa o la bisutería.
Los acrocordones son muy comunes. Aproximadamente a la mitad de las personas les sale al menos una de estas neoplasias durante su vida. Con el paso de la edad, hay más probabilidad de que aparezcan. Posteriormente se presentan los siguientes factores determinantes:
- infección por el virus del papiloma humano;
- factor hereditario;
- sobrepeso;
- diabetes;
- enfermedades de la piel. Por ejemplo, el síndrome de Birt—Hogg—Dubé:
- embarazo.
Por lo general, un médico puede diagnosticar la presencia del acrocordón por su aspecto. Sin embargo, en ciertos casos se requiere una biopsia.
Los papilomas cutáneos no son peligrosos, pero se ven antiestéticos. Además, es incómodo sentir la fricción con la ropa y la bisutería. En este caso, se puede deshacerse de ellos con ayuda de un especialista.