Por qué no se debe tomar el agua del grifo
Muchos de nosotros hemos escuchado más de una vez que no se debe tomar agua del grifo. Sin embargo, el “porqué” suele quedarse sin una respuesta.
En Ideas en 5 minutos decidimos explicar por fin qué está mal con el agua del grifo y por qué no se debe tomar.
❗ Importante. Este artículo ha sido creado únicamente para fines informativos y no reemplaza las recomendaciones de expertos.
Daño a la salud
El agua de la llave puede contener metales pesados, es decir, metales con una muy alta densidad que son tóxicos cuando se ingieren en el organismo. En tal caso, pueden surgir síntomas tales como
trastorno digestivo funcional, problemas con el sistema nervioso y dolores de cabeza.
La vieja fontanería puede estar creada con tuberías de plomo. Si vives en un viejo edificio, es probable que el sistema de abastecimiento de agua también sea viejo. Con el paso del tiempo, las partículas de plomo pueden filtrarse en el agua. Una exposición prolongada al plomo en el organismo puede conducir a una vulneración en el funcionamiento renal, anemia y debilidad en general.
El agua del grifo también puede contener nitratos, los cuales al entrar en contacto con otras sustancias se convierten en nitritos. Esto es dañino para el organismo, en especial para los niños con un intestino débil.
Sabor
Al agua se le agrega cloro para eliminar las bacterias y microbios dañinos. Y, a pesar de que suele ser inofensivo, al entrar en contacto con los materiales utilizados para las juntas de los grifos o teteras puede causar un desagradable sabor químico.
El sabor a tierra o moho en el agua de grifo suele ser causado por algas u otras sustancias orgánicas que se encuentran en la fuente de agua. Esto también puede ocurrir, si el agua pasa a través de un suelo de turba, por ejemplo, un páramo o si el agua ha permanecido durante mucho tiempo en la tubería.
El sabor amargo y metálico en el agua de grifo es causado por el sistema de abastecimiento de agua. Las tuberías de metal, cobre y galvanizadas en donde el agua ha permanecido durante algunas horas o más tiempo pueden darle al agua un sabor amargo. Este problema es más frecuente en los edificios grandes.
Cómo filtrar el agua
Existen varias formas de purificar el agua de grifo con ayuda de diferentes filtros:
- Los filtros con carbón activado pueden eliminar determinados contaminantes orgánicos que influyen en el sabor y olor. Algunos de ellos también están diseñados para eliminar subproductos del cloro, solventes, pesticidas o algunos metales como el cobre o plomo.
- Los intercambiadores de iones con óxido de aluminio activado pueden eliminar el calcio y magnesio; estos metales hacen pesada el agua. Tales filtros se suelen utilizar en combinación con otros métodos de filtración, por ejemplo, filtros de ósmosis inversa.
- Los filtros de ósmosis inversa ayudan a eliminar del agua los nitratos y el sodio, además de pesticidas, fluoruros, cloruros y sustancias petroquímicas.
- Las unidades de destilación hervirán el agua y recogerán el vapor liberado convirtiéndolo en agua destilada.
Es importante recordar que ningún tipo de filtro proporciona una protección al 100 % contra las impurezas. Antes de instalar cualquiera de ellos, la mejor solución es conocer la composición del agua de tu grifo y elegir un sistema de tratamiento en función de eso.