Por qué tu hijo pequeño rechaza los alimentos y 10 estrategias para motivarlo a comer
Muchos padres experimentan frustración cuando su hijo se niega a probar bocado. Antes de preocuparte, ten en cuenta que este comportamiento es común en la infancia. Y en la mayoría de los casos, la inapetencia no se debe a nada importante, sino a cosas completamente normales.
En Ideas en 5 minutos queremos ayudarte a encontrar las causas por las que tu pequeño no quiere comer. Si es necesario, consulta con tu pediatra para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Por qué los niños se rehúsan a comer en ocasiones
La ingesta de nutrientes durante la infancia es muy importante, ya que en este periodo ocurre un gran desarrollo neurológico y se produce un crecimiento físico. En ocasiones, los niños pequeños presentan problemas de alimentación, como inapetencia, ingesta selectiva de la comida o miedo a comer. Sin embargo, esta gran preocupación para los padres puede estar fundada en expectativas poco realistas, ya que muchas veces los pequeños son saludables y tienen un apetito acorde a su edad.
1. Sírvele porciones de acuerdo con su edad
Quizá el problema no es que tu hijo o hija se niegue a comer, sino que la ración que le has servido es demasiado grande y abrumadora. Los niños necesitan menos comida que los adultos, así que intenta poner una porción más pequeña en su plato. Y no te preocupes, si tiene hambre, terminará pidiéndote más. Recuerda que los niños pequeños experimentan grandes cambios en el apetito, por lo que no necesitan ingerir alimentos en todas las comidas.
2. Estimula su apetito con presentaciones creativas
Trata de hacer que este momento del día sea agradable y divertido. Los niños pueden sentirse desanimados por la textura o el aspecto de algunos alimentos. Así que puedes intentar hacer tus platillos más apetitosos usando cortadores de galletas en forma de estrella para presentar las frutas y verduras de una manera divertida.
3. No obligues a tu hijo a comer
La hora de la comida debe ser un momento agradable. No es una buena idea forzar a tu hijo a comer en contra de su voluntad, ni obligarlo a terminarse todo lo que tiene en su plato. Cuando los niños rechazan la comida, puede ser una forma de afirmar su independencia. En esta etapa, desarrollan su sentido de autonomía, así que prefieren alimentarse por sí mismos y se vuelven selectivos al elegir los alimentos.
4. Introduce poco a poco los nuevos alimentos
Algunos niños se muestran reticentes a probar alimentos nuevos y, normalmente, los padres piensan que son quisquillosos para comer. Es normal que los pequeños rechacen los sabores que no conocen. Cuando tu hijo pruebe nuevos alimentos, intenta comenzar con una pequeña cantidad y ofrécele antes su comida favorita.
5. Evita las distracciones a la hora de comer
Si permites que tu hijo vea la televisión o juegue con la tableta o el celular, puede perder todo interés en comer. Puedes restringir el uso de aparatos electrónicos y promover los lazos familiares disfrutando de una conversación a la hora de la comida. Asegúrate de que el área para comer sea relajada y que la silla se adapte a tu pequeño para que se sienta cómodo en la mesa.
6. Incluye a tus hijos en la preparación de los alimentos
Una de las cosas más importantes es involucrar a los niños en la cocina, en la compra y en la elección de la comida para despertar su interés. Intenta llevarlos contigo cuando vayas a la tienda y déjalos elegir algunos artículos saludables que les gustaría probar. Y deja que tus hijos te ayuden a preparar la comida. Pueden realizar pequeñas tareas como poner la mesa, lavar las frutas o verduras, pelarlas, etc.
7. Reduce la ingesta de golosinas y bebidas entre comidas
Algunos niños ya no sienten hambre a la hora de comer porque han ingerido demasiados bocadillos y bebidas a lo largo del día. El estómago de un niño es más pequeño, por lo que no necesita mucho para llenarse. Si sospechas que esta es la causa de la inapetencia de tu pequeño, pon atención a todo lo que coma. Puedes sustituir las golosinas o las bebidas azucaradas por agua.
8. Conviértete en un modelo para ellos
Los pequeños aprenden sobre la comida y las preferencias alimentarias al observar los comportamientos de los demás. Intenta que tus hijos te vean comer una dieta saludable alta en verduras y frutas en lugar de golosinas. Así, los ayudarás a ganar confianza para que ellos prueben estos alimentos y los acepten fácilmente.
9. Observa si la inapetencia se debe a la falta de atención
A veces, los niños experimentan grandes cambios en su vida, por ejemplo, si la familia se mudó a una nueva casa o ciudad, debido a la muerte de algún ser querido o a la pérdida de una mascota. Todas estas situaciones estresantes pueden hacer que tu niño pierda el apetito. Antes de preocuparte, recuerda que esto es temporal, ayúdalo a sentirse mejor y ofrécele tranquilidad.
10. Recompensa a tu hijo de la manera correcta
A menudo, los padres utilizan estrategias como prometer un postre si el niño prueba una comida nueva. La ingesta de alimentos no saludables como papas fritas o helados aumenta el consumo excesivo de calorías y provoca que los niños coman cuando ya no tienen hambre. En lugar de esto, puedes utilizar los elogios para que ellos sepan que estás orgulloso.