Cómo aprender a andar en bicicleta
La bicicleta no es solo un medio de transporte amigable con el medio ambiente, sino que también nos permite ahorrar dinero y llevar un estilo de vida más saludable. Por esto, aprender a montarla es algo que definitivamente vale la pena, y lo mejor de todo: dicen que “nunca se olvida”.
Ideas en 5 minutos ha preparado una guía sencilla para andar en bicicleta por primera vez o ayudar a otros que deseen aprender.
1. Asegúrate de tener los accesorios adecuados
-
Primero, debes asegurarte de que la bicicleta sea apta para ti. Tus piernas deben permanecer a cada lado del marco sin que este toque tu entrepierna, manteniendo las plantas de tus pies completamente contra el suelo.
-
También, para comenzar, se recomienda que bajes el asiento lo máximo posible y verifiques si puedes tocar el piso con tus pies mientras permaneces sobre él.
-
Utiliza una camiseta de manga larga y pantalones ajustados para disminuir la probabilidad de lesiones en caso de una caída y que la tela se enganche en los engranajes o pedales.
-
No olvides llevar tu casco correctamente de manera que tu frente quede protegida. Puedes añadir otros implementos de seguridad, como coderas y rodilleras.
2. Elige un lugar apropiado
-
Te recomendamos practicar en un lugar plano y libre de tráfico. También es importante que tengas buena visibilidad, por lo tanto hazlo durante el día.
-
Si temes caer sobre un terreno demasiado duro, puedes montar tu bicicleta sobre el césped. Sin embargo, debes asegurarte de que no esté demasiado largo, ya que podría dificultar tu movilidad.
3. Ajusta la altura del asiento y prueba los frenos
-
Para comenzar, baja el asiento de manera que puedas mantenerte tanto sentado como de pie.
-
Posteriormente, mueve la bicicleta hacia adelante y atrás, y acciona los frenos por separado para saber cuál es el que corresponde a las ruedas delantera y trasera. Durante tu entrenamiento evita accionarlos de manera repentina y con demasiada fuerza, ya que esto podría ocasionar caídas.
4. Comienza a montar tu bicicleta
-
Siéntate y coloca tu pie dominante, ya seas diestro o zurdo, sobre el pedal, y con el otro avanza como si estuvieras conduciendo un scooter. Esto te ayudará a mantener el equilibrio y a probar los frenos nuevamente para saber cuánta presión debes ejercer al accionarlos. También podrás dirigir el manubrio de manera más confiada.
-
Relaja tus brazos y mantén el peso de tu cuerpo en el centro, en una posición erguida. No olvides siempre mirar hacia adelante.
-
Si deseas añadir un poco de dificultad a esta técnica, retira tu pie dominante del pedal y levanta levemente ambas piernas mientras te deslizas. De esta forma te acostumbrarás a equilibrarte sin que tus pies toquen el piso.
-
Una vez que ya manejes la técnica anterior, podrás comenzar a utilizar ambos pedales. Posiciona el pedal correspondiente a tu pie dominante levemente hacia arriba, hasta que quede en una posición que te permita empujarlo hacia adelante fácilmente y así hacer andar la bicicleta.
-
Una vez en movimiento, coloca tu otro pie sobre el pedal y comienza a pedalear a un ritmo que te permita avanzar sin perder el control. Coloca tus manos sobre los frenos sin presionar para que puedas detenerte cuando lo desees.
-
Recuerda que la bicicleta debe ir a cierta velocidad para llevar los pies a ambos pedales. Si vas demasiado lento o estás detenido, es muy difícil que puedas mantener el equilibrio.
-
Cuando ya te sientas cómodo al pedalear, practica con el manubrio dirigiéndolo hacia donde desees. Forma círculos amplios o la figura de un “8” para aprender a doblar. Evita pedalear al mismo tiempo que doblas, ya que será más difícil controlar la bicicleta si vas demasiado rápido.
-
Anticípate a cada viraje bajando la velocidad, y aumentándola cuando ya hayas doblado.
-
Para detenerte, baja la velocidad mientras apoyas tu peso sobre uno de los pedales, preferentemente utilizando tu pie dominante, y acciona los frenos levemente al mismo tiempo ejerciendo igual fuerza. Cuando vayas a una velocidad considerablemente baja, puedes colocar tu otro pie en el piso para detenerte.
-
Bájate de la bicicleta moviéndola ligeramente hacia el costado para evitar golpearte. Nunca bajes los dos pies, ni acciones los frenos al mismo tiempo mientras la bicicleta vaya a una velocidad media a alta, ya que podrías perder el equilibrio, golpearte o caerte.
-
Tampoco acciones los frenos por separado con demasiada fuerza, ya que esto provoca que la bicicleta se levante hacia delante o hacia atrás.
Bono: 4 errores comunes y cómo evitarlos
1. Llevar el asiento a una altura incorrecta
Aunque al principio se recomienda que el asiento esté lo más bajo posible, de manera que puedas llevar tus pies al piso fácilmente, esto no significa que se deba mantener así siempre. Llevar una posición incorrecta mientras pedaleas puede ocasionar lesiones y afectar la velocidad.
Para verificar que el asiento está a la altura adecuada, asegúrate de que, mientras estás sentado, tu pierna esté muy levemente flexionada y tu pie toque el pedal sin problemas.
Si debes flexionar demasiado las piernas al pedalear o no puedes alcanzar los pedales, entonces deberás subir o bajar el asiento hasta que estés cómodo.
2. Vestir ropa demasiado oscura
La ropa de colores oscuros pueden provocar que otros ciclistas, automovilistas o peatones no te vean, lo que puede resultar en graves accidentes.
Utiliza ropa de colores brillantes o añade elementos reflectantes a tus atuendos, especialmente si montas tu bicicleta de noche o en días nublados.
3. No darle mantenimiento a tu bicicleta
Este es un error muy común y, muchas veces, creemos que no utilizar la bicicleta muy seguido es sinónimo de que esta no necesita revisión ni limpieza.
Es recomendable que siempre estés atento a la lubricación de los frenos y la cadena, y al estado de los neumáticos. Lleva tu bicicleta a un taller al menos una o dos veces al año para revisar que esté todo en orden y sea seguro utilizarla.
4. No señalizar
Cuando ya hayas ganado confianza y logres mantener tu equilibrio sobre la bicicleta, es importante que señalices cuando quieras doblar o detenerte. Utiliza tus brazos para que otros ciclistas o automovilistas sepan la dirección que tomarás. Esto no solo te hará más visible, sino que también evitarás serios accidentes.