Ideas En 5 Minutos
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Cómo dormir en verano

No es ningún secreto que el verano puede ser muy divertido, ya que podemos aprovechar al máximo las diferentes actividades al aire libre. Sin embargo, dormir en las noches calurosas puede convertirse en un verdadero reto, ya que las temperaturas externas pueden afectar a tu termorregulación natural, impidiéndote descansar lo necesario.

En Ideas en 5 minutos hemos creado este artículo para ayudarte a mantener tu cuerpo fresco durante las noches de verano.

1. Asegúrate de que la luz del sol no entre en tu dormitorio

Bajar las persianas o correr las cortinas durante el día y no abrirlas hasta la hora de acostarte puede ayudar a que tu dormitorio se mantenga fresco, aunque haga mucho calor afuera.

💡 Las cortinas opacas pueden ser muy efectivas en eso, ya que están especialmente diseñadas para bloquear la luz del sol.

2. Guarda tu ropa de cama

Mantener las mantas, los edredones o cualquier otra pieza sobre la cama durante todo el día puede aumentar tu sudoración por la noche, lo que puede alterar tu sueño, porque tu cuerpo tratará de reducir su temperatura. Por lo tanto, es recomendable guardar la ropa de cama en el armario o en una alacena hasta que vuelva a enfriarse.

3. Evita hacer ejercicio cerca de la hora de acostarte

La actividad física puede ser beneficiosa para poder disfrutar de un buen sueño nocturno, ya que mejora su calidad y hace que te duermas más fácilmente. Sin embargo, el ejercicio también puede hacer lo contrario, ya que aumenta tu temperatura corporal ideal, impidiendo que te duermas a tu hora habitual.

4. Elige la ropa de dormir adecuada

Mientras que las prendas aislantes o gruesas aumentarán la temperatura de tu cuerpo y te harán sentir más calor durante las noches de verano, la ropa de dormir suelta y de algodón puede mantenerte fresco, haciendo desaparecer el calor y permitiendo la transpiración. Además, absorberá el exceso de sudor procedente de tu piel.

5. Enciende el ventilador

Primero, encender un ventilador puede ser mucho más económico que usar el aire acondicionado. Además, ponerlo en marcha durante la noche puede ayudarte a mantener el flujo de aire y a expulsar el calor de tu dormitorio. Solo recuerda tener una ventana abierta.

Si hace demasiado calor, puedes colocar un recipiente con un poco de hielo justo delante del ventilador, para que la brisa haga fluir suavemente el vapor frío de los cubitos, creando una bruma fresca.

6. Presta atención a tu posición para dormir

La posición en la que duermes puede afectar a tu temperatura corporal, ya que puede ayudarte a liberar o a retener el calor. Dormir con el cuerpo acurrucado puede hacerte sentir más calor, mientras que abrir bien las piernas y los brazos puede favorecer la circulación del aire y reducir la sudoración.

7. Aléjate de tu pareja y de las mascotas

Aunque acurrucarse durante las noches frías puede ser muy agradable, no es lo mismo cuando hace calor. Cuando tu pareja y tú se acercan demasiado, terminan compartiendo la temperatura corporal, lo que puede generar calor entre sus cuerpos e impedir que esta baje a un nivel ideal para un buen sueño. Esto también ocurre cuando se duerme con gatos o perros.

Por este motivo, es importante mantener la distancia con los compañeros de sueño, o, mejor aún, dormir solo.

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