Ideas En 5 Minutos
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Cómo establecer metas usando el sistema SMART

En 1981, George T. Doran, exdirector de planificación corporativa de Washington Water Power Company, publicó el artículo “Una forma inteligente de articular metas y objetivos de liderazgo”. En él, describió el sistema SMART como una herramienta para establecer propósitos correctamente. En su opinión, esto ayuda a lograr el éxito en la consecución de nuestros planes.

Ideas en 5 minutos te explicará qué es SMART y cómo formular correctamente los objetivos utilizando este sistema. El proceso se explicará con un ejemplo: cómo ahorrar dinero.

Significado de SMART

SMART es un acrónimo que significa:

  • S — Specific (específico)

  • M — Measurable (medible)

  • A — Achievable (alcanzable)

  • R — Relevant (relevante)

  • T — Time-bound (con un plazo determinado)

Las partes del acrónimo son las características que hay que tener en cuenta para conseguir el resultado deseado.

S (Specific): Específico

Tu objetivo debe ser específico. Así podrás centrarte en conseguirlo y disponer de parámetros claros. Las respuestas a estas preguntas pueden ayudarte a formular tu meta con claridad:

  • ¿Qué quiero conseguir exactamente?

  • ¿Por qué es importante para mí este objetivo?

  • ¿Quién trabajará conmigo para alcanzarlo?

  • ¿De qué recursos dispongo?

  • ¿Cuáles son mis limitaciones?

Por ejemplo, si quieres ahorrar dinero, respóndete a ti mismo para qué lo necesitas: ¿para recibir ingresos pasivos? ¿Para obtener una educación? ¿Para hacer el pago inicial de una hipoteca?

Si estás ahorrando para el pago inicial de una hipoteca, ¿piensas vivir en tu nuevo apartamento o alquilarlo? Si piensas en rentarlo, ¿hay mejores opciones de inversión disponibles? Si vas a vivir ahí, ¿qué tipo de apartamento debería ser y en qué zona? ¿Ahorrarás solo o con otra persona? ¿Ahorrarás de tu sueldo o tienes otros ingresos? Responde a estas preguntas y formula tu objetivo con la mayor precisión posible.

M (Measurable): Medible

Tu objetivo debe ser medible. Esto lo hará más tangible y te permitirá seguir su progreso. Puedes medirlo haciéndote preguntas que empiecen por la palabra “cuánto”. Por ejemplo: “¿Cuánto necesito ahorrar para el pago inicial de mi hipoteca?” o “¿Cuánto dinero ahorro cada mes?”.

Sin embargo, hay objetivos no financieros, como un proyecto de trabajo o ir a la universidad. Estos pueden medirse por el número de etapas intermedias que hay que superar para alcanzar la meta.

A (Achievable): Alcanzable

Tu objetivo tiene que ser realista. Debe ser desafiante pero alcanzable. Considera si tienes las habilidades y herramientas necesarias para hacerlo, y responde a las preguntas:

  • ¿Cómo puedo lograr mi objetivo?

  • ¿Hasta qué punto es realista mi meta, teniendo en cuenta las limitaciones que tengo, incluidas las financieras?

Por ejemplo, tu apartamento soñado es un último piso de 100 metros en una zona cara con vistas al mar. Pero si analizas tus ingresos, resulta que solo tienes dinero para un apartamento de 2 habitaciones no muy lejos del centro. Un piso gigante es una meta hermosa e inspiradora, pero difícil de alcanzar. Un apartamento de 2 dormitorios parece más realista, por lo que debería elegirse como objetivo.

R (Relevant): Relevante

Tu objetivo debe ser coherente con otras metas y circunstancias de tu vida. Intenta responder a las preguntas:

  • ¿Es un objetivo que merece la pena?

  • ¿Es este un buen momento para perseguirlo?

  • ¿Se ajusta a mis necesidades?

  • ¿Es factible un objetivo así en las circunstancias actuales de mi vida?

En nuestro ejemplo, el pago inicial de una hipoteca parece un objetivo digno e importante, pero solo en una determinada etapa de la vida. Para un estudiante sin ingresos regulares o un joven profesional que está buscando su primer empleo es demasiado pronto para fijarse tal meta. Puede resultar inalcanzable y frustrante. Pero un profesional con experiencia puede planificar bien la compra de un piso con hipoteca, sobre todo si no piensa en trasladarse a otra ciudad.

T (Time-bound): Con un plazo determinado

Establece un plazo concreto para alcanzar tu objetivo. Para ello, responde a las preguntas:

  • ¿Cuándo debería alcanzar mi objetivo?

  • ¿Qué debo hacer en un mes, seis meses, un año u otro período significativo?

  • ¿Qué debo hacer hoy?

El límite de tiempo suele estar relacionado con otro parámetro: la mensurabilidad. En nuestro ejemplo, si solo ahorramos el dinero libre para el primer pago de la hipoteca, no sabremos cuándo debemos ahorrar, y es probable que perdamos la motivación a mitad de camino. Pero si conocemos el plazo (por ejemplo, 2 años), el objetivo se volverá más tangible y específico. Así será posible hacer cálculos y asignar la cantidad exacta para ahorrar mensualmente.

Tu objetivo en SMART

SMART es una herramienta que ayuda a crear una meta alcanzable. Según el sistema, un buen objetivo es:

  • Específico (un apartamento de 2 dormitorios en una hipoteca cerca del trabajo)

  • Medible (supongamos que cuesta 37 500 dólares con un pago inicial de 5 500. Entonces, hay que ahorrar 250 dólares cada mes)

  • Alcanzable (cerca del centro de la ciudad, pero lejos de las principales atracciones)

  • Relevante (tienes un trabajo fijo y no planeas mudarte a otra ciudad)

  • Plazo determinado (2 años)

El sistema SMART suele utilizarse para establecer objetivos laborales, pero como vimos en el ejemplo, también es útil para las metas personales. Lo principal es analizar lo que se quiere con parámetros específicos y formular un objetivo para que sea más fácil de poner en práctica.

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