Con qué frecuencia se debe cambiar la ropa interior

Según un estudio realizado en 2019, el 45 % de las personas usa ropa interior sin cambiarse durante 2 o más días. Al mismo tiempo, el 13 % de los encuestados contó que usaba un juego de ropa interior durante una semana o incluso más.

¿Con qué frecuencia hay que cambiar la ropa interior y cómo el uso prolongado de un juego de ropa puede afectar nuestra salud? Ideas en 5 minutos decidió investigar más acerca de este tema.

Por qué es importante cambiar la ropa interior a tiempo

Todos los días nuestra ropa absorbe algo y con el paso de tiempo puede acumular una gran variedad de secreciones de nuestro cuerpo. Por ejemplo, sudor, grasas, células de la piel, entre otras cosas. Usar ropa interior poco fresca y sucia puede ser peligroso por varias razones:

• En primer lugar, la ropa interior a menudo contiene microorganismos y es un excelente ambiente para la reproducción de bacterias, levaduras y hongos. Y esto, a su vez, aumenta el riesgo de irritación e infección.
• En segundo lugar, usar la misma ropa interior por mucho tiempo puede causar infecciones en la piel, obstruir los poros, provocar erupciones o irritaciones en la piel.
• En tercer lugar, la ropa sucia con una gran cantidad de secreciones puede apestar y, probablemente, la persona ni siquiera se dé cuenta de ello.

Con qué frecuencia se recomienda cambiar la ropa interior

Para evitar la acumulación de sudor, bacterias y otros tipos de contaminantes, los especialistas recomiendan cambiarse la ropa interior todos los días y lavar el bra al menos después de 2 o 3 usos.

No obstante, en algunos casos se sugiere cambiar la ropa interior con más frecuencia. Por ejemplo, después de realizar un entrenamiento activo, en caso de que estés sudando en exceso o si manchas tu ropa interior por casualidad. Por ejemplo, durante tu período, se recomienda que te cambies la prenda tan pronto como sea posible.

Se aconseja reemplazar los calzones viejos por unos nuevos al menos una vez al año, y lo mejor sería hacerlo con más frecuencia. Por ejemplo, una vez cada seis meses. Lo mismo aplica en el caso de brasier.