Qué diferencia hay entre café arábica y robusta
El café que tanto amamos beber en la mañana tiene toda una complejidad a la hora de ser procesado. Muchos no sabemos en qué se diferencian los granos más populares, pero aprender un poco sobre ellos es algo que puede cambiar el modo en que tomamos esta bebida. Conocer sus características te ayudará a saber mezclar tipos y cantidades de granos, unos más dulces que otros, hasta obtener un sabor que enamore a tu paladar.
Ideas en 5 minutos preparó una pequeña guía sobre las diferencias de dos principales cafetos en el mundo y te explicará cómo es que esto influye en la composición de una de las bebidas más deliciosas de todos los tiempos.
Provienen de dos plantas distintas
La principal diferencia entre un grano de café arábica y uno robusta es la planta de la que provienen. El cafeto arábico (Coffea arabica) es un arbusto que tiene mayor antigüedad y que contiene menos cafeína, mientras que el cafeto robusta (Coffea canephora) tiene entre el doble y hasta el triple de cafeína, y es considerado de menor calidad.
Exigen diferentes condiciones de altura
La planta arábica puede tener una altura de entre 3 y 7 metros (hasta 10 en estado silvestre). Por su especie, se trata de un arbusto difícil de cuidar. Necesita bastante humedad ambiental para que sus hojas puedan florecer, lo que lo vuelve un café de altura. Debido a eso, solo puede cosecharse en las regiones montañosas.
Por su parte, el café robusta es mucho más resistente a la temperatura, es menos propenso a las plagas o enfermedades y exige menores condiciones de altura. Eso sí, es más amargo y ácido.
La calidad es importante
El café arábica es considerado de mayor calidad, lo que influye de forma notable en su precio, usualmente más elevado. Esto se debe a sus cualidades orgánicas, las cuales son más fragantes y aromáticas.
Por su parte, el café robusta es considerado de menor calidad, pero esto no significa que sea malo. De hecho, es muy común mezclar ambos granos de café. Se busca que en la mezcla haya mayor porcentaje de arábica, aunque una buena parte del robusta le da un toque especial de cremosidad.
Se les puede reconocer por su forma
Además de todo lo dicho anteriormente, la diferencia más evidente está en los granos. El de arábica es más ovalado, con una forma más alargada y es más verdoso. En cambio, el robusta es mucho más circular, curvado y amarillento.
El sabor
Otra forma de reconocerlos es el sabor. El café arábica tiene un sabor más delicado y dulce. Es más ligero en cuanto a su contenido de cafeína y es más aromático. El café robusta tiene un sabor más intenso, más fuerte y menos aromático, pero tiene más “cuerpo” y permite crear un expreso más cremoso y espumoso.