Qué es la difusión
La difusión a menudo se asocia con la experiencia escolar, cuando se vierte un colorante alimentario brillante en un matraz de agua y se mezcla eficazmente con el líquido. Pero, de hecho, hay muchos más ejemplos de esto. Con su ayuda, las células de los organismos vivos se saturan de oxígeno, se produce el intercambio de gases y se propagan los impulsos nerviosos.
En Ideas en 5 minutos contaremos qué es la difusión, cómo sucede y qué significado tiene para nuestras vidas.
Qué es la difusión
La difusión es el movimiento de una sustancia desde un área de alta concentración a una de baja concentración. La mayoría de las veces ocurre en líquidos y gases, cuando sus partículas chocan accidentalmente entre sí y vuelan en diferentes direcciones.
Imagina que alguien rocía desodorante en el lado opuesto de la habitación. Después de un tiempo, el olor te alcanza. Esto sucede debido a que las partículas del producto chocaron con las del aire y se dispersaron por todo el cuarto. Como resultado, empezaste a oler el desodorante, cuyas partículas llegaron a tu nariz. Este proceso se llama difusión.
Cómo se produce la difusión
La difusión puede ocurrir en cuerpos sólidos, gases y líquidos. La velocidad del proceso depende del tipo de sustancia. Por lo tanto, un gas se difunde en otro muy rápidamente. En un líquido, por el contrario, se propaga más lentamente, mientras que en un cuerpo sólido, la velocidad de difusión se ralentiza de forma significativa. Lo mismo ocurre con un líquido: se difunde más rápido en otro líquido que en uno sólido.
Para tener una idea del proceso, imagina mezclar agua con jarabe de arándanos. El jarabe es bastante denso y espeso, y tiene un mayor nivel de concentración de la sustancia que el agua. En el proceso de difusión, este se esparce sobre el espacio lleno de agua y se mezcla parcialmente con ella. Como resultado, se vuelve más diluido y menos concentrado, y el agua obtiene un distintivo sabor a arándanos.
Qué le afecta a la difusión
- El tipo de sustancia. Las partículas de los gases son más móviles y la difusión en ellas ocurre más rápido que en los cuerpos líquidos y sólidos.
- Temperatura. Cuanto más caliente es el gas o el líquido, más energía tienen las partículas y se produce una difusión más rápida.
- La concentración de la sustancia. Cuantas más partículas hay, mayor es la velocidad de difusión.
- Distancia. Cuanto menor sea la distancia de propagación de las partículas, mayor será la velocidad de difusión.
- Tamaño de las partículas. La difusión en partículas pequeñas es más rápida que en las grandes. Esto se debe a la masa de la molécula y a su área superficial. Una molécula pesada con un área de superficie grande se mezclará lentamente con otras partículas, mientras que las más pequeñas y livianas se esparcirán más rápido.
La importancia de la difusión en nuestras vidas
Muchos procesos naturales en nuestros organismos se basan en la difusión de moléculas. Por ejemplo, la respiración implica la difusión de gases (oxígeno y dióxido de carbono) dentro y fuera de la sangre. Cuando el aire ingresa a nuestro cuerpo, los glóbulos rojos se unen al oxígeno y lo transportan a los tejidos, donde se intercambian gases y nutrientes. En el proceso, el dióxido de carbono y los productos de desecho se difunden desde las células de los tejidos a la sangre, y el oxígeno y los nutrientes de la sangre a los tejidos corporales.
Incluso la producción del oxígeno que respiramos depende del fenómeno de la difusión. La fotosíntesis utiliza la energía de la luz solar, el agua y el dióxido de carbono para producir glucosa, oxígeno y agua. El dióxido de carbono se difunde desde el aire a través de pequeños poros en las hojas de las plantas llamados estomas. El oxígeno así generado se distribuye a su vez a través de estos estomas desde las plantas a la atmósfera.