Por qué los aromas evocan recuerdos
¿Alguna vez has notado cómo incluso el más mínimo toque de cierta fragancia puede evocar sentimientos de nostalgia por un momento o recordarte un evento determinado de tu vida? Este fenómeno tiene una explicación científica.
En Ideas en 5 minutos, exploramos en detalle cómo se conectan el sistema olfativo y el cerebro, y te contaremos por qué los olores desencadenan recuerdos.
El sistema olfativo
El sistema olfativo es el responsable de la percepción de los olores. Consta de 2 partes: principal y auxiliar. El primero es responsable del reconocimiento de partículas volátiles y el segundo, de no volátiles.
Una de las principales tareas del sistema olfativo es la capacidad de reconocer diferentes sabores. Sin él, estaríamos limitados a los 5 principales: dulce, salado, ácido, amargo y el recién descubierto umami, sobre el que ya hemos escrito. Todos los demás sabores los percibimos a través de los olores.
Sin embargo, las habilidades del sistema olfativo no terminan ahí.
Cómo se conectan el sentido del olfato, el cerebro y las emociones
El sentido del olfato está estrechamente relacionado con el cerebro. Si simplificamos todo el proceso, obtenemos lo siguiente: todos los olores van directamente de la nariz al sistema límbico, incluidos la amígdala y el hipocampo. Y estas áreas están asociadas con las emociones y la memoria.
Esta estrecha conexión influye en el hecho de que los olores puedan evocar emociones fuertes (tanto positivas como negativas) y traer recuerdos olvidados hace mucho tiempo. Además, pueden influir en el estado psicológico y fisiológico de una persona.
Al experimentar una fuerte experiencia emocional, una persona puede recordar el olor que acompañó a este evento, y luego, frente a este olor nuevamente, experimentar las emociones iniciales. Entonces, por ejemplo, si una persona huele clavo de olor o aceite de clavo de olor, existe una alta probabilidad de que en su memoria aparezca un consultorio dental. El caso es que el eugenol, una sustancia que forma parte de los empastes temporales, huele a aceite de clavo de olor. Por lo tanto, nuestro cerebro recuerda este evento cuando vuelve a encontrar un aroma familiar.
El sentido del olfato es una habilidad antigua, casi primitiva, por la cual nuestros ancestros sobrevivieron y se reprodujeron. Entonces, por ejemplo, al sentir el olor de un depredador, sentían miedo y sabían que tenían que correr.
Por lo tanto, si un momento de fuerte experiencia emocional va acompañado de algún tipo de aroma, en el futuro este olor provocará una fuerte respuesta emocional y esta respuesta formará un recuerdo.
El fenómeno de Prousto
El fenómeno de Prousto es la capacidad del cerebro para evocar asociaciones solo a través del olfato. Este efecto obtuvo su nombre del escritor francés Marcel Proust. A pesar de que no tuvo ninguna educación psicológica, Proust pudo describir este fenómeno con mucha precisión en sus obras. Por ejemplo, uno de los personajes de su novela come galletas empapadas en té, y este proceso desencadena una serie de vívidos recuerdos y asociaciones de la infancia en su cerebro.
Hoy podemos decir con confianza que el efecto descrito por Proust existe no solo en las páginas de las obras literarias. Nuestra memoria está íntimamente relacionada con la percepción de los olores. Y sentir cualquier aroma puede transportarnos en el tiempo.