Cómo alargar la vida de las flores en un ramo
Para que las flores cortadas alegren un ambiente durante mucho tiempo, es importante saber conservarlas. Y aunque algunas son especialmente caprichosas, con el cuidado adecuado, incluso ellas pueden permanecer en tu hogar durante al menos una semana.
Ideas en 5 minutos tiene algunos consejos que podrían ayudarte a prolongar la vida de las flores de tu ramo.
Al comprar, presta atención a la frescura de las flores
Para mantener las flores en tu jarrón durante mucho tiempo, siempre presta atención a su frescura al comprarlas. No adquieras plantas con hojas marchitas, tallos secos, pétalos y capullos arrugados: se marchitarán mucho más rápido que las flores sin ningún daño.
Prepara el jarrón antes de colocar las flores en él
La limpieza de un jarrón y el ancho de su cuello pueden afectar en gran medida la vida útil de las flores frescas. En uno demasiado estrecho, los tallos pueden dañarse y quedar aplastados. Esto puede hacer que el acceso al agua a través de ellos sea difícil, logrando que las plantas se marchiten rápidamente. En un recipiente no demasiado limpio, las bacterias comenzarán a multiplicarse activamente, lo que también conducirá a la muerte prematura de las flores. Para evitar que esto suceda, elige un jarrón con un cuello bastante ancho y lávalo bien antes de colocar un ramo en él. Puedes usar bicarbonato de sodio o un antiséptico (como lejía) para desinfectarlo aún más.
Corta los excesos
Los tallos que se quedan sin agua durante algún tiempo se “tapan” con el aire y pierden su capacidad de absorber bien el líquido. Para mantener las flores frescas durante mucho tiempo, es importante cortar entre 2,5 y 3 cm del borde del tallo y luego colocar la planta en agua.
Usa un cuchillo afilado o una podadora para evitar aplastar o dañar aún más el tallo. Haz la incisión en un ángulo de 45 grados para ayudar a que las flores absorban la humedad.
Retira las hojas de la parte inferior de las flores
Asegúrate de quitar las hojas inferiores antes de colocar las flores en el jarrón. Ten en cuenta que la vegetación que llegue al agua comenzará a pudrirse rápidamente, estropeando el líquido.
Pon las flores en agua tibia
Los floristas recomiendan colocar las flores frescas en agua tibia. A una temperatura de 38 a 43 grados, las moléculas de agua se mueven de forma más activa a lo largo de los tallos de las plantas y entran rápidamente en la cabeza de la flor. La excepción son las flores bulbosas, como los tulipanes y los jacintos, las cuales se mantienen mejor en agua fría.
Coloca el jarrón lejos de la luz solar y de los aparatos de calefacción
En el calor, los procesos metabólicos en las flores se aceleran, y esto puede conducir a un marchitamiento prematuro de las plantas. Para que el ramo te deleite durante mucho tiempo, colócalo lejos de la luz solar directa y de los aparatos de calefacción.
Cambia el agua del jarrón con regularidad
Cuando están en el agua, los tallos de las flores crean un caldo de cultivo para las bacterias. Es importante cambiar el agua con regularidad para evitar que las plantas se pudran. El ramo durará más si lo haces al menos una vez cada 3 o 4 días.
Asegúrate de quitar las flores marchitas
Si una o más flores han comenzado a marchitarse, retíralas del ramo general lo antes posible. Las flores marchitas liberan etileno, lo que puede ayudar al envejecimiento de las plantas cercanas.
Utiliza conservantes para ralentizar el crecimiento de bacterias en el agua
Los carbohidratos, los biocidas y los acidulantes son 3 ingredientes que ayudan a que las flores se mantengan frescas por más tiempo. Las plantas necesitan carbohidratos para el metabolismo que tiene lugar en sus células. Los biocidas sirven para combatir las bacterias dañinas que provocan la pudrición, y los acidificantes son para regular el pH del agua y mejorar su absorción. Puedes comprar un conservante de flores listo para usar que contenga los 3 ingredientes, o puedes hacer una composición similar en casa.
Para una porción de 1 litro de conservante necesitarás:
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1 litro de agua tibia
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1 cucharadita de azúcar
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1 cucharadita de blanqueador
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2 cucharaditas de jugo de limón
Mezcla los ingredientes y coloca las flores en la solución. Es mejor no almacenar los restos de la preparación; de ser necesario, puedes hacer una nueva en el futuro.