Cómo estudiar mejor (y algunas apps para lograrlo)
Ya sea en la universidad o en el trabajo, estudiar es parte importante de la vida. A través de esta actividad podemos adquirir conocimientos para aprobar un examen o perfeccionarnos en temas que nos interesen y así afrontar nuevos desafíos.
Ideas en 5 minutos ha recopilado algunas técnicas y herramientas que te ayudarán en este ámbito y así potenciar tus habilidades como estudiante.
1. Aprende conceptos con la técnica Feynman
La técnica Feynman se trata de un método de estudio que permite aprender conceptos de manera eficiente, a través de la explicación breve y simple de estos. Es decir, es intentar usar tus propias palabras para que así sea mucho más sencillo comprender la información.
Para utilizar este método:
- Escribe el concepto o materia de estudio en una hoja de papel a modo de título.
- Explícalo, en tus propias palabras, tal y como si estuvieses enseñándolo a alguien más. Toma las notas necesarias.
- Revisa la explicación de manera que puedas identificar errores. Corrige lo que sea necesario según tus apuntes o documentos.
- Finalmente, reescribe aquellos conceptos de una forma aún más simple, como si intentaras explicarlo a alguien que no conoce nada del tema.
Se recomienda que, al final, enseñes el concepto a otra persona para comprobar que realmente estás utilizando palabras simples.
2. Mejora tu comprensión lectora a través del método PQ4R
El método PQ4R es un acrónimo en inglés que hace referencia a distintos pasos que se deben aplicar antes, durante y después de la lectura. Este sistema mejora la memorización y la comprensión. Para realizarlo, debes seguir el proceso a continuación:
- Inspección o vista previa: mira el índice, los títulos, subtítulos y resumen del documento, y decide la cantidad de información que podrás leer de una sola vez.
- Cuestionamiento: hazte preguntas acerca de los elementos leídos en el paso anterior y que hayan despertado tu curiosidad. Luego, busca en el documento la información que responda a dichas dudas.
- Lectura: lee detenidamente la materia con el objetivo de entenderla. No avances sin haber comprendido completamente un párrafo o sección. Utiliza un diccionario u otras herramientas que te permitan aclarar dudas.
- Reflexión: pregúntate a ti mismo si has comprendido la materia, si podrías explicarla a otra persona o si has respondido a tus preguntas iniciales. Si no es así, vuelve a leer el texto. Subraya o destaca las ideas que te ayuden a entender la información.
- Narración: recita lo que hayas leído a ti mismo o a un compañero. Repetir la información en voz alta puede mejorar tu memoria, ya que debes enfocarte por más tiempo en ella.
- Revisión: lee nuevamente el resumen, o devuélvete a los capítulos prestando atención a los conceptos subrayados o destacados. Si has escrito notas, revísalas detenidamente. Vuelve a leer el documento dentro de 24 horas después de la primera lectura, y luego 72 horas después.
3. Organiza tus tiempos de estudio con la técnica Pomodoro
Si te es complicado entregar tus trabajos a tiempo o destinar más horas de estudio a la preparación de un examen, este método puede ser de mucha ayuda. La técnica Pomodoro básicamente se trata de estudiar en intervalos de tiempo, lo que significa dividir las labores más largas en tareas más cortas y manejables y, además, integra pausas que pueden disminuir el cansancio.
Para utilizar este método:
- Decide lo que deseas lograr y estima cuánto tiempo estudiarás para ello. Luego, divide la materia en unidades de estudio que puedas manejar fácilmente.
- Coloca un cronómetro por 25 minutos y comienza a estudiar. Puedes utilizar aplicaciones como Focus To-Do o Focus Booster, que han sido desarrolladas a partir de esta técnica.
- Disminuye tus distracciones durante el intervalo de estudio y concéntrate en la materia. Busca un lugar donde nadie te moleste o desactiva las notificaciones de tu móvil.
- Después de los 25 minutos, toma un descanso de 5 a 10 minutos. Relájate bebiendo un vaso de agua o elongando.
- Repite el procedimiento. Luego de 4 intervalos, toma un descanso más largo de 20 a 30 minutos.
4. Optimiza tus apuntes
Ya que las notas durante una clase serán parte de tu fuente de estudio, es muy importante que sepas cómo y cuándo tomarlas. Si bien a veces pareciera que toda la información es relevante, tratar de transcribir la lección completa puede generar confusiones y consumirte una gran cantidad de tiempo y energía. Para optimizar tus apuntes, sigue estos consejos:
- Enfócate en observaciones al principio y al final de la clase. Estas suelen incluir síntesis de los puntos más importantes.
- Está atento a frases como: “Existen cuatro principales...” , “Para resumir...”, “Una de las razones / causas es...”. Ya que estas señalizan qué información importante está por venir.
- Presta atención a palabras o conceptos que se repitan.
- Utiliza abreviaciones y símbolos. Estos te ayudarán a ser breve y enfocarte en los conceptos principales.
- Encuentra la estructura que más te acomode para tus apuntes. Ya sean oraciones o mapas conceptuales, escritos a mano o en una computadora, definir un modelo y ser consistente con él te ayudará a optimizar el tiempo y estudiar de manera más cómoda.
5. Aplica reglas mnemotécnicas
Las reglas mnemotécnicas son una manera sencilla de recordar información relacionada a nombres, números o listas de datos con la ayuda de palabras o imágenes. Su principal objetivo es facilitar la memorización y que esta información sea retenida por más tiempo.
Algunos ejemplos de estas reglas son:
- Historia o relato: consiste en elaborar una historia con los conceptos que se deben memorizar, sin importar el orden.
- Acrónimo: puede ser útil para recordar listas de palabras. Se utiliza la letra inicial de cada concepto para formar una palabra y posteriormente recordarla. Esto te ayudará a recordar con qué letra comienza cada uno.
- Cadena: se trata de una frase inventada que permite recordar una lista de palabras mediante la asociación.
- Oración o palabra creativa: consiste en inventar una palabra o frase que contenga pistas de la información que se debe memorizar.
6. Potencia tu concentración
Siempre es recomendable que te alejes de toda distracción y encuentres un lugar donde puedas estudiar tranquilo. Sin embargo, trabajar y mejorar tu concentración te ayudará a que dichas medidas sean realmente eficaces. Para ello:
- Entrena tu cerebro a través rompecabezas, juegos de memoria o el ajedrez. Existe evidencia de que estas actividades podrían impactar positivamente la concentración.
- Ejercita tu cuerpo regularmente. La actividad física podría ayudarte considerablemente a mejorar la atención y mejorar la calidad del sueño.
- Escucha música. La música clásica o sonidos de la naturaleza pueden incrementar tu atención, y enmascarar sonidos del ambiente que pueden ser distractores.
7. Apóyate en herramientas digitales
Existen diversas aplicaciones para el móvil que pueden ayudarte a mejorar tu productividad y sacar mayor provecho de la tecnología a la hora de estudiar o mantenerte organizado. Algunas de ellas son:
- Quizlet: permite la creación de flashcards o tarjetas. Puede ser muy útil para preparar exámenes y compartir información entre compañeros de clase. También puede ser de ayuda para el aprendizaje de un segundo idioma, debido a que contiene imágenes y audios que potencian la memorización y la práctica de la pronunciación.
- My Study Life: ayuda a manejar tus horarios de clase, estado de avance de tareas y exámenes a través de un calendario. Aquí podrás registrar fechas de entrega o evaluaciones de manera que estés siempre informado y no olvides nada importante.
- Simple Mind: su principal objetivo es permitir la creación de mapas mentales, de manera que puedas organizar la información de manera visual y recordar la relación entre conceptos más fácilmente.
- Evernote: algunas de sus funcionalidades son tomar notas, hacer listas de cosas por hacer, recuperar textos de una imagen y grabar archivos de audio. Sin duda una excelente aliada si llevas tu laptop a la sala de clases.