Cómo limpiar la bisutería
La bisutería puede cambiar de color por diferentes razones. Por ejemplo, por los efectos del agua, productos de limpieza, perfumes, laca para el cabello o sudor. Por eso, para no arruinar tu bisutería, limita su interacción con estos factores o mantenla al mínimo. No laves los trastes con anillos o pulseras, quítate las cadenas cuando hagas ejercicio, y pon a un lado los aretes cuando te apliques laca para tu peinado.
Ideas en 5 minutos no puede dejar que te enfrentes solo con la bisutería ennegrecida, por eso se apresuró para brindarte ayuda y contarte 4 métodos efectivos para su limpieza.
Método 1. Limpieza en seco con un palillo y cepillo dental
Solo necesitarás un palillo y cepillo dental. Este es un buen método para productos que tienen lugares de complicado acceso. También puede utilizarse como primer paso para una posterior limpieza húmeda.
Con ayuda del palillo de dientes intenta eliminar la mayor cantidad de suciedad posible. El cepillo de dientes te ayudará a llegar a aquellos lugares a donde el palillo no puede hacerlo. Elige un cepillo con cerdas suaves para no dañar la superficie de la bisutería y no arrancar accidentalmente algún tipo de piedra “preciosa”.
Método 2. Pulido con solución jabonosa
Para la limpieza necesitarás:
- jabón suave o champú para niños
- un poco de agua tibia
- 2 trapos de microfibra
- opcional: disco de algodón o cotonetes, cepillo de dientes con cerdas suaves, secador
Procedimiento:
- Agrega al agua un par de gotas de jabón y mezcla.
- Toma un trapo suave, de preferencia de microfibra, y remójalo en la solución jabonosa.
- Cuidadosamente comienza a limpiar las joyas. No debes tallar fuerte para no dañar la superficie y no arrancar los detalles. Recuerda que la bisutería es muy delicada.
- Evalúa el resultado parcial. Si no conseguiste limpiar las pequeñas grietas, utiliza un disco de algodón o un cotonete. Para este fin también te servirá un cepillo de dientes de cerdas suaves. No utilices ningún abrasivo, ya que podrías borrar la bonita capa superior.
- Limpia la joya en agua fría para no dañar la base de pegamento que se suele emplear en la bisutería. Es recomendable dejarla en el agua el menor tiempo posible para no dañar la joya, ya que la humedad es perjudicial para ellas.
- Después de lavarla, sécala de inmediato. Primero utiliza un trapo seco, después puedes usar el secador, este te ayudará a acelerar el secado. Recuerda que el aire debe de estar frío para no dañar el pegamento de la bisutería.
Método 3. Limpieza con un quitaesmalte sin acetona
Es importante que el producto para quitar el barniz no contenga acetona, de lo contrario, la agresiva composición química puede causar daño en el recubrimiento de la joya. Este método, al ejecutarse de la forma correcta, puede funcionar igual de bien que un producto limpiador especial para limpiar joyas.
- Toma un trapo suave y coloca un poco del producto en él. En lugar de un trapo puedes utilizar un disco de algodón. Limpia la superficie de la pieza y ligeramente frota los lugares sucios. Hazlo con cuidado para no dañar la bisutería.
- Si la suciedad es más seria de lo que pensabas y no se quita con una ligera limpieza, sumerge por completo la pieza en el producto para quitar el barniz y déjalo ahí por unos 30 segundos.
- Enjuaga la pieza con agua corriente y sécala. Asegúrate de que realmente esté seca para evitar la corrosión.
Método 4. Uso de pasta de dientes
Puedes aplicar pasta de dientes con un cepillo de cerdas suave o un cotonete.
- Aplica una pequeña cantidad de producto en la joya y distribúyela por toda su superficie. Como resultado, la joya debe de quedar cubierta por completo de una capa delgada de pasta.
- Toma el cepillo y con ligeros movimientos comienza a limpiar la superficie. Para acelerar el proceso puedes utilizar un disco de algodón, pero no podrás limpiar las zonas de difícil acceso con él.
- Cuando la bisutería esté completamente limpia, quita los restos de pasta con agua fría.
- Seca con un trapo suave o una toalla de papel.