Ideas En 5 Minutos
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Cómo limpiar libros

Si tenemos libros que deseamos conservar durante años o pasar a nuestros hijos, debemos aprender a cuidarlos. No solemos limpiarlos, pero cuando lo hacemos, debemos tener especial cuidado para no estropearlos mientras tratamos de devolverles su estado fresco.

Al fin y al cabo, solo tenemos tres opciones: llevarlos a limpiar a un profesional, comprar otro ejemplar más limpio o limpiarlos por nuestra cuenta, como sugerimos en Ideas en 5 minutos. Puedes leer los consejos a continuación si optas por esta última opción.

Descargo de responsabilidad: los consejos sugeridos a continuación no pueden ayudar a limpiar y conservar los libros antiguos. Para tal fin, recomendamos encarecidamente llevarlos a un profesional.

1. Elaborar un plan

Antes de limpiar los libros, necesitamos tener un plan estratégico sobre lo que queremos hacer con el ejemplar en cuestión. Debemos comprobar si los productos de limpieza que utilizaremos son adecuados. Si sabemos que algún libro podría acabar dañado con cierto tipo de limpiador, es mejor que tomemos nota para evitarlo.

2. Lavarse las manos antes de limpiar el libro

Nuestras manos pueden estar llenas de gérmenes, suciedad y aceites naturales. No queremos que algo de esto pase a los libros. De allí la recomendación de lavarlas antes de manipularlos.

3. Primero hay que quitar el polvo

Aquí podemos usar la manguera de la aspiradora con un accesorio de cerdas suaves, un paño suave y sin pelusas, una playera vieja, un pincel suave, toallitas para secadora sin aromatizantes ni colorantes o un nuevo cepillo de dientes de cerdas suaves. Si utilizas la aspiradora, puedes colocar un paño suave sobre la manguera para hacerla aún más suave.

Comenzamos quitando la sobrecubierta del libro, si la tiene. Colocamos el libro sobre su lomo para quitar el polvo de la encuadernación o la cubierta. Una vez hecho esto, quitamos el polvo del interior del libro. Debemos tener cuidado para no arrancar las páginas con la aspiradora.

Si el libro tiene suciedad incrustada, también podemos usar almohadillas de limpieza de documentos. Todo lo que hay que hacer es apretarlas suavemente sobre las partes afectadas y luego frotar con cuidado.

4. Quitar la grasa y la suciedad

Si notamos algunas manchas difíciles de grasa o aceite en las páginas, podemos poner una servitoalla entre ellas, meter el libro en una bolsa de plástico y colocarle encima algo pesado. Debemos dejarlo así durante tres días y luego podemos retirar la servitoalla. Las manchas de grasa deben ser absorbidas por esta. Pero si persisten, podemos repetir este paso hasta que desaparezcan.

Si la mancha es causada por comida derramada sobre el libro, primero debemos retirarla. Si es difícil de quitar, podemos meter el ejemplar en el congelador por un día y retirar la suciedad pegada con la ayuda de un cuchillo de acero inoxidable. Este truco también funciona si hay un chicle pegado en las páginas.

5. Deshacerse de las marcas de lápiz

La manera más fácil de eliminar las marcas de lápiz es usar una goma de borrar blanca. Tenemos que frotarla suavemente sobre las áreas afectadas, moviéndola en una dirección. Debemos evitar hacerlo de un lado a otro, ya que eso puede fácilmente arrugar o rasgar el papel. Después de usar la goma, es necesario volver a aspirar la página para eliminar los residuos.

  • Es recomendable no usar las gomas incorporadas en los lápices, ya que pueden estropear aún más las páginas.

6. Quitar las marcas de tinta y crayones

Es casi imposible eliminar las marcas de tinta de los libros, pero podemos intentar borrarlas en las áreas no impresas. Necesitamos usar un borrador de tinta o un quitaesmalte en las partes afectadas. Pero si las marcas están en las partes impresas, tenemos que buscar otra copia del mismo libro y fotocopiar la página exacta. Después, es necesario quitar la página afectada e intentar colocar el reemplazo limpio. Si la página está impresa en ambos lados, todo este proceso puede ser complicado.

Si un niño hizo un dibujo con crayones en el libro, lo mejor que podemos hacer es quitar el exceso de producto raspando con cuidado la página con el cuchillo. Después, colocamos una servilleta de papel en cada lado de la página afectada y la calentamos con una plancha para eliminar parte de la cera. Esto también ayudará a evitar que la cera se transfiera a las páginas adyacentes.

7. Arreglar libros mojados

Comenzamos guardando el libro en una bolsa sellada y luego lo metemos en el congelador. Esto ayudará a prevenir el crecimiento de moho. Cuando llegue el momento de limpiarlo, dejamos que se descongele. Después, encendemos un ventilador de manera que el flujo de aire no apunte directamente al libro, sino pase cerca de él. Si el flujo de aire es directo, puede hacer que el libro se deforme y se seque de forma desigual.

Pero si el ejemplar está muy mojado, debemos colocar algo absorbente entre cada página. La mejor opción para esto son servitoallas de papel, que tendríamos que cambiar cada 10-15 minutos. Cuando el libro ya no suelte agua, espolvoreamos un poco de maicena entre las páginas y luego lo guardamos en un recipiente hermético durante una o dos horas. A continuación, quitamos la maicena con un cepillo y seguimos repitiendo este proceso hasta que el libro esté completamente seco.

8. Limpiar las cubiertas

  • Si la cubierta del libro es de tela, lo ideal sería usar la goma de borrar tipo miga de pan (o art gum). Otras opciones son el limpiador de libros y borrador de suciedad Absorene, y almohadillas de limpieza de documentos.
  • Si la cubierta del libro es de cuero, limpiarla podría ser arriesgado. Distintos tipos de cuero reaccionan de manera diferente cuando se utiliza el mismo limpiador. Por lo tanto, es recomendable, en este caso, proceder con precaución. Aun así, podemos probar el jabón para sillas de montar y los limpiadores a base de petróleo. Pero debemos asegurarnos de usarlos en una cantidad muy pequeña y siempre limpiar el cuero con un paño seco. Si la cubierta es de vitela, no nos queda otra que dejar que un experto se encargue de esto.
  • Si la cubierta del libro es de papel, debemos utilizar siempre almohadillas de limpieza de documentos. Otra opción sería usar Absorene. Es recomendable no utilizar Windex. Simplemente debemos tratar las cubiertas de papel mate de la misma manera que tratamos las páginas del libro.
  • Si la cubierta es brillante, podemos probar utilizar una solución de limpieza de cristales. Pero no debemos echarla directamente en la cubierta, sino en una servilleta o un trapo de tela y luego pasarlo suavemente sobre la cubierta para limpiarla.

9. Limpiar los frágiles bordes de los libros

Limpiar los bordes de las páginas es más sencillo de lo que uno puede pensar. Podemos usar papel de lija de grano fino, frotándolo suavemente en los bordes. También podemos utilizar un cepillo de dientes suave, solo debemos asegurarnos de que sea uno nuevo sin usar. Otra opción que se puede probar es una brocha de maquillaje.

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