Cómo silbar con las manos
Ya no es necesario gritarle a nadie “¡Espera!” tratando de llamar su atención y rasgarte las cuerdas vocales para mostrar tu alegría o tu dolor en otro partido deportivo. Basta con silbar, y ahora ya no se te podrá pasar por alto entre la multitud rugiente.
Ideas en 5 minutos confía en que aprenderás el arte de silbar con estas instrucciones y te recuerda que te laves las manos, especialmente si tienes que tocarte la boca.
1.er método: silbido de 4 o 2 dedos
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Con los dedos índice y medio de ambas manos, forma la letra “V”. Cierra el resto en un puño. Gira el interior de las palmas hacia tu cuerpo. También puedes usar solo los dedos índices.
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Presiona los labios contra los dientes, envolviéndolos un poco hacia adentro. Cuanto mayor sea la fuerza con que los mantengas en esta posición, tanto más fuerte sonará el silbido.
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Levanta la punta de la lengua y empújala hacia adentro de tu boca con los dedos ya doblados en “V”. Los dedos deben ir hacia adentro hasta el primer pliegue aproximadamente.
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Inhala y cierra tus labios alrededor de tus dedos. No dejes espacios que no sea el que queda entre los dedos medios. De allí saldrá el silbido.
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Exhala. Hazlo de forma pausada y enérgica. Si no escuchas un silbido, trata de ajustar la posición de los dedos, los labios y la lengua. Intenta exhalando con diferentes intensidades, pero ten cuidado de no marearte. Si te sientes mareado, detente y espera un poco, luego comienza a practicar nuevamente. No te desanimes: cuanta más práctica tengas, tanto mejor será el resultado.
2.do método: silbido con los dedos en la posición de “ok”
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Humedece tus labios con saliva. También puedes usar bálsamo labial o cualquier otro humectante. Esto evitará que tus labios se sequen mientras aprendes la técnica del silbido y hará que el sonido sea más fuerte y resonante.
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Aprieta los labios, ponlos sobre los dientes y mételos hacia adentro. La posición de los labios puede y debe cambiarse en los primeros intentos de silbar para elegir la mejor opción para ti.
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Junta los dedos en un signo de “ok”. Saca la lengua y dobla la punta hacia arriba, como si estuvieras tratando de alcanzar tu nariz. Usa los dedos para empujarla hacia tu boca por aproximadamente la distancia de una falange.
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Toma una respiración profunda. Cierra los labios alrededor de los dedos. Debes dejar un espacio entre el pulgar y el índice. De allí saldrá el aire con el silbido.
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Exhala de manera uniforme pero con fuerza. ¿No escuchaste el silbido? No importa, la práctica te ayudará a dominarlo. Comprueba si tus labios están presionados con la suficiente firmeza, si el aire se escapa de otras aberturas, si sostienes los dedos correctamente, en qué posición está la lengua. Haz variaciones, experimenta y pronto podrás escuchar el tan esperado silbido.
3.er método: silbido en las palmas cerradas
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Cierra la mano izquierda en una pequeña “taza”. Imagina que quieres recoger agua. Es importante que el aire no pase por tus dedos, así que no dejes huecos.
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Voltea ligeramente la mano como si estuvieras vertiendo agua. Asegúrate de que el pulgar esté presionado contra el índice justo debajo de la articulación del medio.
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Cierra la mano derecha de la misma manera. Agarra la izquierda con ella, como si sostuvieras una pequeña bola entre las dos. Los dedos de la palma de la mano izquierda deben estar arriba y los dedos de la derecha, abajo. Los pulgares de ambas manos permanecen al frente y forman un espacio.
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Estira los labios, doblándolos como si estuvieras diciendo la letra “U”. Apóyalos en el orificio que hay entre los pulgares.
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Llena de aire los pulmones e intenta soplar uniformemente en el espacio. Asegúrate de que el aire no se filtre por tus palmas en ninguna parte. Para hacer esto, solo debe quedar un pequeño orificio de salida entre los pulgares. Si no hay silbido, intenta cambiar la posición de la boca y de las palmas, ajusta el tamaño del espacio y la fuerza de la exhalación. Practica y pronto tendrás éxito.