Cuál es la diferencia entre el durazno y la nectarina
Los duraznos y las nectarinas son muy similares tanto en apariencia como en sabor. Por eso, a menudo pensamos que es la misma fruta. Pero nuestra intuición no nos falla, los duraznos y las nectarinas realmente tienen mucho en común.
En Ideas en 5 minutos explicamos qué son los duraznos y las nectarinas y cómo se diferencian entre sí.
El durazno
El duraznero (lat. Prunus persica) es un árbol caducifolio del género Prunus de la familia Rosaceae. Sus frutos se llaman duraznos o melocotones. Entre otras cosas, el duraznero es un pariente cercano del almendro. Junto con él, pertenece al subgénero Amygdalus debido a la similitud de la cáscara: en ambos su superficie es corrugada.
Los duraznos suelen venderse desde finales de abril hasta octubre. Hay muchas variedades de este duraznero con frutos de tonos dorados, rojos y rosados. Cada uno tiene sus propias características de sabor y textura de la pulpa. En algunos es más firme, amarillenta y ácida, mientras que en otros es más blanda, blanquecina y menos ácida.
Se dice que las variedades de pulpa amarilla son más adecuadas para enlatar, mientras que las de pulpa blanca se consideran mejores para comerlas crudas, ya que tienen un sabor más dulce. Además, hay variedades de duraznos con el hueso fácilmente separable y aquellas donde el hueso no se separa de la pulpa.
La principal diferencia entre los duraznos y las nectarinas es la cáscara distintiva. En los duraznos, tiene una textura suave y está cubierta de un fino vello que hace que la superficie de la fruta sea aterciopelada al tacto.
La nectarina
La nectarina es una subespecie de duraznero (latín: var. nucipersica o var. nectarina). Comercialmente, se consideran frutas diferentes, pero en realidad pertenecen a la misma especie.
Las nectarinas aparecen en las tiendas de comestibles casi al mismo tiempo que los duraznos: entre mayo y octubre. También pueden ser de color blanco o amarillo, con hueso fácilmente separable o inseparable. Las nectarinas suelen ser ligeramente más dulces que los duraznos, de menor tamaño y con una textura un poco más firme, pero en muchos aspectos sus características son las mismas.
La principal diferencia radica en su cáscara: en las nectarinas, es lisa debido a la ausencia de vello fino. Esto hace que la cáscara de la fruta sea más rojiza que la de los duraznos, lo que le aporta un parecido con la ciruela. La ausencia de vello también significa que la cáscara de las nectarinas es más delicada y se daña fácilmente.