Por qué no se deben guardar los tomates en el refrigerador
Es de lo más común encontrar tomates en nuestra cocina, ya que existe una gran cantidad de recetas en las que podemos utilizarlos. Por lo tanto, siempre es bueno repasar cómo conservarlos frescos el mayor tiempo posible, tanto los que son comprados en una tienda como aquellos que fueron cosechados en nuestro hogar.
Ideas en 5 minutos te explicará por qué no conviene usar el refrigerador y es mejor buscar otro lugar para guardar los tomates.
¿Guardar los tomates en el refrigerador es una mala idea?
Es una pregunta que se viene haciendo desde hace mucho tiempo. Los científicos han encontrado la respuesta: demostraron que la refrigeración realmente arruina el sabor de los tomates.
Un grupo de investigadores estudió más de 25 mil genes de diferentes tipos de tomates. Se refrigeraron a una temperatura de 5 °C durante 1, 3 y 7 días. Posteriormente, se dejaron un día a temperatura ambiente. Un día de refrigeración no tuvo importancia. Sin embargo, periodos más largos fueron capaces de contribuir a suprimir el funcionamiento de los genes que responden por el sabor del tomate.
Luego, algunos voluntarios comieron los tomates ofrecidos por los investigadores. En la mayoría de los casos, resultó que los tomates guardados en el refrigerador estaban menos sabrosos.
Dónde guardar los tomates
La temperatura ideal para guardar los tomates es de 15-20 °C. No conviene colocarlos unos encima de otros: es mejor guardarlos boca abajo, ya que así se retrasa el proceso de putrefacción.
Un lugar fresco y seco es ideal para guardar los tomates que aún no han madurado por completo. Un sótano sin calefacción, una terraza cerrada o un garaje acondicionado también serán perfectos.
El refrigerador se puede utilizar para guardar los tomates solo en caso de que ya estén demasiado maduros.
Cómo recuperar el sabor de los tomates guardados en el refrigerador
Sin embargo, hay situaciones en que es imprescindible el refrigerador. Por ejemplo, si necesitas guardar una gran cantidad de tomates demasiado maduros.
A pesar de que la refrigeración arruina los tomates, es posible devolverles, al menos parcialmente, su antiguo sabor.
No te comas los tomates inmediatamente después de sacarlos del refrigerador, deja que se adapten un poco a la temperatura ambiente. El proceso de calentamiento les devolverá parcialmente su sabor. Por eso siempre conviene esperar a que los tomates estén a temperatura ambiente antes de comerlos.