Cómo explicarles la genética a los niños
Por lo general, los niños comienzan a estudiar los conceptos básicos de la genética en las clases de biología. Pero mucho antes hacen preguntas como qué son los genes, cómo funcionan y si sus mutaciones pueden convertirnos en unos superhéroes.
Nosotros, en Ideas en 5 minutos, te hicimos una guía para que puedas explicarle a tu hijo de forma fácil qué son los genes y qué papel juegan en nuestra vida.
¿Qué son los genes?
Nuestro cuerpo consta de una multitud de células diferentes. Cada una tiene un núcleo, el cual es su parte más importante. Dentro de él se encuentran estructuras especiales llamadas cromosomas, y dentro de ellos está el ADN. Cada molécula de ADN contiene la información necesaria para que las células funcionen y se dividan. Gracias a este proceso, se forman y se desarrollan diferentes organismos vivos. De este modo, alguna vez cada uno de nosotros fue una sola célula que se dividió y dio lugar a la aparición de billones de otras células de las cuales consta nuestro cuerpo.
En cierto sentido, el ADN controla el desarrollo y crecimiento de todo: desde nuestra cabeza hasta la punta de los dedos. También influye en la manifestación y el desarrollo de las características individuales. Por ejemplo, determina el sexo del bebé, su altura y su color de cabello.
Aunque en realidad no todo es tan sencillo aquí. Dado que las características individuales que se manifiestan y se desarrollan en nosotros están determinadas por genes, los cuales son segmentos individuales de ADN, estos influyen en la formación de nuestra apariencia, salud e incluso nuestra personalidad. Una persona obtiene la mitad de sus genes de su madre y la otra mitad de su padre. Ellos, a su vez, heredan los genes de sus padres en la misma proporción. Por lo tanto, cada uno de nosotros se parece a algún pariente.
¿Cómo se transmiten los genes de generación en generación?
Vamos a tomar un sobre con ositos de gomita. Supongamos que los osos de color rojo y amarillo decidieron ser padres y para ellos se aplicarán las mismas leyes de la genética que para nosotros. Entonces, los ositos recibirán un conjunto de genes de su madre y de su padre. Como resultado, obtendremos ositos rojos y amarillos. Si un osito crece y se encuentra con uno verde, entonces sus crías recibirán diferentes conjuntos de genes: uno del padre rojo-amarillo y el otro del verde.
De este modo, cada nueva generación recibirá el 50 % de los genes de cada padre, y estos genes consistirán en una combinación de los de sus padres. Los conjuntos de genes continuamente se mezclan, formando así nuevos conjuntos. Por lo tanto, cada uno tiene una parte de cada uno de sus ancestros, pero, a la vez, podemos considerarnos únicos.
¿Qué son los genes recesivos y dominantes?
En la práctica, la herencia de peculiaridades incorporadas en los genes parece más difícil que transmitir el color de una generación de ositos de gomita a otra. Por ejemplo, si ambos padres tienen ojos cafés, entonces existe una pequeña posibilidad de que tengas los ojos azules. Si ambos padres tienen ojos azules, entonces en raras ocasiones sus hijos pueden nacer con ojos cafés.
Esto se debe a que algunos genes son dominantes, mientras que otros no lo son.
- Si obtienes un gen dominante, entonces la peculiaridad relacionada con él se manifestará en la próxima generación por omisión.
- Si obtienes un gen recesivo, entonces la peculiaridad relacionada con él se manifestará en caso de que no haya un gen dominante en el conjunto de genes.
Todas las personas reciben un gen de cada uno de sus padres que determina el color de ojos. La ilustración de arriba muestra cómo este se hereda de una generación a la siguiente. La letra B indica el gen dominante y la letra b el recesivo. Existen 3 combinaciones posibles de estos genes: BB, Bb y bb. En los dos primeros casos, debido a la presencia del gen B en el conjunto, lo más probable es que los ojos sean de color café. En el último caso, el conjunto consta únicamente de genes recesivos obtenidos de diferentes padres. Por consiguiente, lo más probable es que el color de los ojos sea azul.
Cómo nuestra conducta y las condiciones de vida influyen en los genes
Los genes influyen en cómo crece, desarrolla y funciona nuestro cuerpo. Pero, al mismo tiempo, las condiciones ambientales y nuestra propia conducta también juegan un papel importante, dado que pueden influir en la manifestación de una peculiaridad incorporada en los genes.
Por ejemplo, analicemos a 2 gemelas idénticas. Heredaron los mismos conjuntos de genes de sus padres, por lo que se parecen mucho. Una parte de sus genes determina cómo tienen que funcionar sus organismos. Imaginemos que las gemelas han heredado un gen que aumenta el riesgo de obesidad. La primera hermana gemela hace ejercicio con frecuencia, lleva una dieta equilibrada, trata de no comer muchos productos dulces, grasos y salados. La segunda hermana, por el contrario, evita realizar cualquier actividad física, prefiere un estilo de vida sedentario, no cuida de su alimentación e incluso come con demasiada frecuencia. Debido a su conducta y estilo de vida, crea condiciones en las que hay más probabilidad de padecer sobrepeso, lo cual es algo que tiene incorporado en sus genes.
¿Por qué los genes mutan?
Es normal que dentro de una célula los genes puedan mutar a lo largo de su vida. El organismo tiene mecanismos especiales que reparan genes mutados. Pero no siempre hacen bien su trabajo. Como resultado, una mutación puede permanecer y afectar el funcionamiento de una célula en particular. Al parecer, las células con genes mutantes no son tan preocupantes.
Pero vamos a analizarlo desde otra perspectiva. Supongamos que tienes la palabra “sierra”, pero por alguna razón la letra S desaparece y es reemplazada por la letra C. Como resultado, se forma la palabra “cierra”, con un significado completamente diferente. Los genes mutantes pueden realizar el mismo efecto en el funcionamiento de una célula y de todo el organismo, dado que en lugar de una célula, aparece otra, que comienza a operar de manera diferente.
Por un lado, se trata de un proceso natural que es el fundamento de la evolución, ya que las mutaciones en los genes ayudan a crear nuevas características de un organismo. Si esto le da alguna ventaja a un ser vivo, entonces existe la posibilidad de que las mismas características aparezcan en las futuras generaciones.
Por otro lado, las mutaciones no siempre son beneficiosas para el organismo, por eso definitivamente no valdría la pena estar expuesto a factores que hagan que los genes muten con más frecuencia o rapidez. Tales factores pueden ser, por ejemplo, la exposición prolongada al sol sin protector solar o el contacto con sustancias radioactivas.
Sin embargo, aún se desconoce mucho en el proceso del funcionamiento de los genes, porque hace poco los científicos han comenzado a estudiarlos. Imagina, el organismo humano tiene más de 30 000 genes, y se necesita mucho tiempo y desempeño para descubrir el papel de cada uno de ellos.