Cómo vivían las personas antes sin electricidad

Imaginarse la vida moderna sin electricidad es prácticamente imposible. Sin embargo, esta infraestructura primordial de la civilización no estaba al alcance de las personas hace apenas unos siglos atrás.

Ideas en 5 minutos ha averiguado cómo vivían nuestros ancestros sin electricidad y te contará qué se utilizaba en su lugar.

Iluminación

Las personas conocían el gas de alumbrado desde principios del siglo XVIII. Sin embargo, la primera linterna a gas fue inventada mucho después por William Murdoch. Él trabajó en una fábrica de fundición y, como resultado de algunos experimentos, descubrió que el gas de alumbrado ardía con mayor eficacia que el gas de carbón. En 1792 consiguió iluminar su propia casa con él. Y para 1820, todas las calles de París ya estaban iluminadas con lámparas a gas.

Tales lámparas se instalaban en postes. Había que encenderlas por la noche y apagarlas por la mañana. Personas especialmente capacitadas se dedicaban a esto, las cuales también se encargaban de que las lámparas se llenaran con la suficiente cantidad de gas, ya que un exceso podía provocar una explosión.

Sin embargo, las lámparas de gas no eran portátiles, por lo cual se necesitaban nuevas fuentes de luz.

La parafina se obtuvo por primera vez en 1846, y las primeras lámparas de parafina aparecieron 7 años más tarde. A diferencia de las de gas, se trasladaban fácilmente de un lugar a otro, y se utilizaron en zonas rurales hasta la década de 1940, a pesar de la llegada de la electricidad para ese entonces.

Refrigerador

Antes de que se inventara el refrigerador tal y como lo conocemos hoy en día, las personas tenían que esforzarse demasiado para conservar los alimentos frescos. Para tal fin, se utilizaban pozos profundos en la tierra y recovecos en lugares fríos, por ejemplo, sótanos. Para almacenar tales productos, también se utilizaban contenedores de madera o barro.

A veces, las personas creaban “refrigeradores”, los cuales podían ser utilizados por todo aquel que lo deseara. Se construían bajo tierra o en construcciones por separado, y se usaban para guardar la nieve y hielo del invierno, ayudando así a mantener fríos los productos durante los meses cálidos del año.

En algunos países incluso se compraba hielo para uso doméstico. En el compartimiento superior de una “nevera” especial se colocaba el hielo; en un espacio del centro se ponían los productos, y el compartimiento inferior se dejaba vacío para que el agua del hielo que se derretía goteara de forma gradual sobre él.

Lavadora

El prototipo de la lavadora moderna fue inventado en 1767 por el alemán Jacob Schaeffer. Este invento era bastante sencillo, y estaba diseñado en forma de cubeta de madera con una asa que había que girar para agitar y lavar la ropa.

La lavadora mecánica se inventó en 1830. Y aunque el proceso de lavado se volvió más simple, estas máquinas requerían bastante fuerza física para funcionar.

Para que el proceso de lavado no fuera tan laborioso, las personas también utilizaban una tabla de lavar para retirar toda la suciedad, una bobina para extraer el agua, y año tras año aparecían jabones de mejor calidad.

Horno

El horno que se utilizaba antes de la llegada de la electricidad era bastante cómodo. Por ejemplo, para controlar el calor, las amas de casa tenían que agregar o quitar leña manualmente cuando era necesario. La temperatura también se medía de forma manual, no como actualmente estamos acostumbrados a leer la información en la pantalla del horno. Para ello, las damas tenían que meter la mano al horno y verificar la temperatura.

En el siglo XVIII se inventó un horno de hierro que era capaz de calentar varias ollas al mismo tiempo. La temperatura se podía ajustar de tal forma que cada una se calentara de diferente manera. Más tarde, para lograr esto, se comenzó a utilizar gas en lugar de leña. El primer horno de gas apareció a la venta en 1834.