Por qué el maíz tiene “pelos”
Al comprar maíz fresco en el mercado o tienda, no es raro ver fibras filamentosas y finas en la parte superior de la mazorca. Y después de haber abierto las hojas, descubrir que los granos de maíz están enredados con los incomprensibles “pelos” amarillentos. Pero ¿por qué ocurre?
Ideas en 5 minutos te contará por qué el maíz suele ser “peludo”.
“Pelo” de maíz: ¿qué es?
Las brillantes fibras filamentosas que adornan la corona de la mazorca se denominan comúnmente “seda de maíz” en todo el mundo. Este “pelo” no es decorativo en absoluto y no aparece por casualidad. En realidad, son pistilos alargados que están conectados a los embriones de las semillas, los cuales están ocultos dentro de la mazorca.
Para qué el maíz necesita “pelo”
El maíz es una planta monoica: en una misma se forman flores masculinas y femeninas. Las primeras están representadas por un pincel que se forma en la parte superior de la planta, el cual, después de la maduración, comienza a segregar polen.
La mazorca es la parte femenina. Dentro de su envoltorio de hojas tiene ovocélulas ocultas: semillas potenciales, de las cuales puede haber hasta 1000 unidades en un fruto. Las hojas que cubren las ovocélulas las protegen del daño, pero también interfieren en la entrada de polen. Para hacer posible la fertilización, en el maíz aparecen los mencionados “pelos”.
Cada pelo es un pistilo alargado que sobresale de la mazorca y es capaz de atrapar el polen que arrastra el viento. Las puntas de los pistilos (estigmas) están equipadas con una gran cantidad de pelos que capturan las partículas de polen y las ayudan a bajar por el pistilo.
Uno de estos granos de polen participa en la fertilización de la ovocélula, en el lugar del cual pronto se forma un grano. Y el “pelo”, habiendo cumplido su función, se separa de la mazorca en 2-3 días.