Por qué tenemos 5 dedos

En el mundo que nos rodea hay muchas cosas y fenómenos que estamos acostumbrados a dar por sentado, sin pensar mucho en sus causas. Por ejemplo, seguramente pocos saben por qué nuestras manos tienen 5 dedos y no 4 o 6.

Ideas en 5 minutos decidió estudiar esta cuestión detalladamente y recopiló interesante información sobre esto.

Ancestro común

Si se observa con atención a las criaturas más pequeñas, entonces se puede notar que la naturaleza no solo les otorgó 5 dedos a los seres humanos. Por ejemplo, los perros y gatos también tienen 5 dedos en sus patas delanteras, y esto no es una coincidencia. La aparición de 5 dedos en las extremidades ocurrió antes de que los organismos antiguos se dividieran en anfibios, aves y mamíferos. Esto tuvo lugar hace 340 millones de años, durante el período Carbonífero. Antes de esto, en la Tierra existían organismos con 6,7 y 8 dedos.

Evolución

Nuestras extremidades provienen de las aletas de los peces. A pesar de lo mencionado anteriormente, es muy probable que nuestro ancestro común tuviera 5 dedos, y esto no ocurrió repentinamente. Los antepasados de los anfibios, aves, reptiles y mamíferos tenían más de 5 dedos en la antigüedad. Sin embargo, durante la evolución, esta cantidad se redujo a 5, y no ha aumentado desde entonces. En algunos animales, este número incluso se ha reducido aún más. Por ejemplo, las pezuñas de los caballos solo tienen un dedo, el cual les ayuda a estos animales a mantener el equilibrio mientras corren.

¿Por qué son 5?

La ciencia no sabe exactamente por qué la cantidad de dedos en nuestras extremidades es igual a 5. Sin embargo, esta cuestión se puede responder de la siguiente manera: tenemos 5 dedos porque precisamente ese era el número que tenían nuestros antepasados, y ellos tenían 5 dedos debido a un largo proceso evolutivo.

Curiosamente, en la naturaleza es muy raro encontrar a animales con más de 5 dedos. Esto demuestra la hipótesis de que, de forma evolutiva, es más fácil perder algo que recuperarlo. Sin embargo, los pandas, por ejemplo, a diferencia de los osos comunes, han transformado el hueso de su muñeca en el llamado “sexto dedo”, gracias al cual les resulta más cómodo subsistir. Pero esto más bien se trata de una rara excepción.