Qué es el tiempo
Los relojes miden el tiempo, y la información que recibimos nos dice la duración de un evento, cómo y cuándo ocurrió, qué evento sucedió antes, etc. Mantiene el universo en marcha. Solemos asociar el tiempo con relojes y calendarios, pero al pensar en su naturaleza fundamental, existen numerosas teorías.
Si bien cada campo tiene su propia definición, en Ideas en 5 minutos decidimos ayudarte a comprender el concepto del tiempo de una manera más fácil.
A: la definición científica del tiempo
El tiempo es un cambio constante e imparable en nuestro entorno; es un paso continuo de eventos ante nuestros ojos. Se representa a través del cambio, como, por ejemplo, la Luna que orbita alrededor de la Tierra. El paso del tiempo está íntimamente relacionado con el concepto de espacio.
En 1905, la definición de tiempo cambió debido a la teoría de la relatividad especial de Einstein, que establece que el cambio en la velocidad de un objeto afecta el tiempo, el espacio y la masa. Además, cuanto más te acercas a la velocidad de la luz, tanto más se ralentiza el tiempo. Pero si logras viajar más rápido que la velocidad de la luz, entonces el tiempo comenzará a retroceder.
Por ejemplo, 2 personas que caminan hacia su casa a la misma velocidad estarán de acuerdo en que su distancia y tiempo coinciden, pero si una persona cambia su velocidad, su distancia y tiempo diferirán entre sí, incluso si la primera persona no cambió su velocidad en absoluto.
Esto prueba que el tiempo no es una unidad universal, sino más bien una medida relativa. Sigue cambiando cuando se modifica la velocidad de los objetos o si también están sujetos a diferentes niveles de gravedad. La teoría de la relatividad general de Einstein establece que la gravedad es la razón por la que se producen cambios o distorsiones en el espacio-tiempo. Cuanta más gravedad hay, más se curva el espacio-tiempo y más se ralentiza el tiempo.
La flecha del tiempo
Los científicos también confirman que el tiempo avanza. De acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, todo en el universo pasa de una entropía baja a una alta, o de la uniformidad al caos, incluso el comienzo del universo por medio del Big Bang para pasar a las galaxias en constante expansión y sus habitantes de hoy día. Esto se conoce como la “flecha del tiempo”.
El astrónomo británico Arthur Eddington sugirió que el tiempo no es simétrico. Al seguir la flecha, si encontramos más elementos aleatorios en el estado del mundo, entonces la flecha apunta hacia el futuro (tiempo positivo). Pero si encuentras que los elementos aleatorios disminuyen, significa que la flecha apunta hacia el pasado (tiempo negativo).
Por ejemplo, si ves una estrella en su uniformidad, pero luego la ves explotar en una supernova y convertirse en una nebulosa dispersa, significa que el tiempo ha pasado de la igualdad al caos.
B: percepción del tiempo
La percepción del tiempo se refiere a la experiencia subjetiva de una persona en cuanto al tiempo o de la duración de los eventos, que puede diferir según las diferentes personas en distintas circunstancias. El tiempo físico es una experiencia objetiva, pero el tiempo psicológico es subjetivo y, a veces, también maleable. Es posible que hayas escuchado frases comunes como “El tiempo vuela cuando te diviertes”, o “El tiempo pasa rápido cuando eres mayor”, etc.
Una de las razones por las que parece que el tiempo pasa rápidamente cuando nos estamos divirtiendo es por los químicos en el cerebro llamados neurotransmisores dopamina. Este químico es secretado por nuestras neuronas y nos hace sentir recompensados. Cuando te diviertes, estas células funcionan de manera muy activa, lo que significa que se libera más dopamina, lo que te hace sentir que ha pasado menos tiempo del que realmente ha pasado. Por otro lado, cuando estás aburrido, se libera menos dopamina y el tiempo parece ralentizarse.
La edad es otro factor a considerar cuando se trata de la percepción del tiempo. Cuando eres niño, tu cerebro recibe nueva información que debe procesar correctamente y presentarte de una manera que te sea comprensible. Cuando la información es familiar, no toma mucho tiempo procesarla, pero la nueva información lleva más tiempo. Esta es la razón por la que la infancia puede parecer larga, pero la rutina de una persona mayor puede parecer estar transcurriendo cada vez más rápido. Es por eso que recordamos nuestros años más jóvenes y decimos: “¿A dónde se fue el tiempo?”.