Qué impide que una persona sea feliz
El sentimiento subjetivo de felicidad depende no tanto de los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor, sino de cómo los interpretamos. Y también de los procesos bioquímicos que ocurren en el cerebro, del trabajo de las hormonas y los neurotransmisores, que también pueden controlarse.
Ideas en 5 minutos se interesó en lo que impide que una persona sea feliz y en los pasos y acciones que podemos tomar para experimentar más a menudo emociones positivas, satisfacción con la vida y sensación de felicidad.
1. Falta de una serie de hormonas y neurotransmisores en el organismo
El sentimiento de felicidad está determinado no solo por la forma en que miramos la vida y la situación en la que nos encontramos, sino también por los procesos bioquímicos del cuerpo. Desde un punto de vista fisiológico, la felicidad depende de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, así como de las hormonas oxitocina y endorfinas.
La serotonina es responsable de los sentimientos de satisfacción con la vida, felicidad y optimismo. Con la depresión, los niveles de serotonina disminuyen. Para activar la producción de serotonina, haz ejercicios, trota, nada, camina al aire libre. Consume alimentos que aumenten naturalmente los niveles de serotonina. Estos incluyen salmón, aves de corral (pollo, pavo, ganso), huevos, espinacas, leche, nueces.
La dopamina se libera cuando logramos algo. Y luego, gracias a la producción de este neurotransmisor, sentimos placer y motivación para seguir actuando. Para activar su producción, deléitate con comida sabrosa y saludable, celebra tus logros sin importar cuán grandes o pequeños sean. Cuídate a ti mismo. Puedes, por ejemplo, hacerte una manicura o un corte de pelo; arreglarse y cuidarse también contribuye a la producción de dopamina.
La oxitocina es responsable de los sentimientos de amor y afecto y ayuda a establecer relaciones sociales. Para activar esta hormona, juega con niños o mascotas, abraza a un ser querido o simplemente felicita a alguien.
Las endorfinas suprimen el dolor en el cuerpo y se pueden llamar analgésicos naturales. Para activar las endorfinas, haz ejercicio, ríete y deléitate con un chocolate negro.
2. Falta de luz solar
En el período otoño-invierno, debido a la falta de luz solar, las personas pueden tener un pésimo estado de ánimo, sentir depresión, tristeza y somnolencia. Esto se debe a que las horas de luz diurna más cortas pueden aumentar la producción de melatonina y disminuir la producción de serotonina. Para corregir el mal humor debido a la falta de luz, intenta pasar más tiempo al aire libre durante el día y haz ejercicios con regularidad.
3. El hábito de pasar mucho tiempo en las redes sociales
El Happiness Research Institute realizó un experimento para descubrir cómo las redes sociales influyen en los sentimientos del bienestar subjetivo. La mitad de los participantes en este estudio no usaron Facebook durante una semana, la otra mitad continuó usando la red social como de costumbre.
Como resultado del experimento, resultó que aquellos sujetos que no usaban Facebook se sentían más felices y satisfechos con sus vidas. Ellos experimentaron menos tristeza, soledad y ansiedad. Los investigadores también llegaron a la conclusión de que las personas que continuaron usando las redes sociales tenían un 55 % más de probabilidades de experimentar estrés. Y debido a que se comparaban con otras personas, se sintieron menos felices.
Es importante recordar que, en las redes sociales, los usuarios a menudo no muestran la realidad, sino una imagen deseada y aprobada socialmente de sí mismos y de sus vidas. Y comparar tu vida con la de otra persona en una red social te condena al estrés y las emociones negativas.
4. Falta de sueño
La falta de sueño, las noches de insomnio y el trabajo nocturno tienen un efecto negativo en el bienestar, la salud y el estado de ánimo de una persona y pueden conducir a la depresión. Según los expertos, un adulto necesita de 7 a 9 horas de sueño al día. Para tener un sueño saludable y satisfactorio, adquiere los siguientes hábitos:
- establece una hora específica para acostarte;
- evita la cafeína por la noche;
- atenúa las luces y guarda los dispositivos electrónicos durante una hora o más antes de acostarte;
- haz ejercicio durante el día y camina con luz natural;
- usa un colchón, almohadas y ropa de cama cómodos.
5. Ignorar todo lo bueno que tienes
Tener en cuenta en lo que tienes suerte en la vida y expresar gratitud por ello es una gran manera de animarte. Se realizó un estudio en el que los participantes fueron divididos en tres grupos: un “grupo de agradecimiento” y dos grupos de control. Se les pidió a los participantes del primer grupo que escribieran una lista de agradecimiento diaria durante 14 días, enumerando durante el día los puntos por los que estaban agradecidos.
Los resultados del estudio mostraron que los participantes del “grupo de agradecimiento” experimentaron emociones positivas, sentimientos subjetivos de felicidad y satisfacción con la vida en mayor medida. Al mismo tiempo, mostraron menos emociones negativas y síntomas de depresión.
Por eso, para sentirse feliz, es importante darse cuenta de las cosas buenas y alegres que suceden en la vida en lugar de centrarse solo en las dificultades.
6. Supresión de emociones negativas
El desplazamiento de las experiencias negativas de la conciencia se puede comparar con una presa de agua que puede romperse en cualquier momento. La psique gasta mucha energía reprimiendo las emociones negativas y esto puede conducir a una disfunción emocional. Las emociones reprimidas pueden manifestarse como síntomas físicos (somatizar), así es como encuentran otra salida.
Por lo tanto, admitir algunas de tus emociones negativas y no ignorarlas es normal. Si te permites lamentar la ruptura de una relación, la pérdida de una mascota querida o de un trabajo, entonces el dolor desaparecerá más rápido que si te escondes de tus experiencias con alegría y positividad artificiales.
7. Falta de amor propio y de autosuficiencia
Es difícil sentirse feliz si no te amas y no te apoyas. Presta atención a cómo te hablas a ti mismo cuando detectas una falla o cometes un error. ¿Te insultas a ti mismo o te hablas en un tono amable y comprensivo? A menudo nos tratamos a nosotros mismos con mucha más dureza que a los demás, o de lo que esperamos que nos traten.
El primer paso para reemplazar una voz interior áspera por una más amable es simplemente notarla y luego tratar de suavizarla.
Cuida de ti mismo de la misma forma que a los demás. Trátate como tratarías a tus hijos o a tu mejor amigo: con ternura y cuidado.
8. El hábito de vivir en el pasado o en el futuro
La gente se siente más feliz cuando vive el momento presente. Los expertos creen que incluso si las actividades en las que participamos son menos divertidas (como estar sentados en un atasco de tráfico), nos sentimos más felices cuando nos concentramos en el momento presente que cuando nuestros pensamientos divagan en otra parte.
Así que practica la atención plena y concéntrate en el aquí y ahora. En lugar de vagar por el pasado o preocuparte por el futuro, intenta disfrutar de los momentos simples de la vida y a veces haz una pausa para ver la puesta de sol, dar un paseo o tomar una taza de café mientras estás completamente presente en el momento.
9. Incapacidad de estar “en el flujo”
El psicólogo húngaro-estadounidense Mihai Csikszentmihalyi, conocido por su investigación sobre la felicidad y la creatividad, descubrió que las personas son más felices cuando están en un estado de flujo. Este estado, en términos simples, es estar completamente inmersos en lo que estamos haciendo.
Cuando estamos “en el flujo”, estamos tan inmersos en nuestras actividades que todo lo demás deja de importar: nos olvidamos de la sed, del hambre y del tiempo, y en lugar del cansancio sentimos una oleada de energía. Hay varias formas de lograr el estado de flujo.
- Fíjate metas claras.
- Elimina los factores de distracción: es difícil sentir el flujo si en tu entorno hay cosas que compiten por tu atención. El primer paso es apagar tu teléfono inteligente.
- Aprende a encontrar el equilibrio entre la habilidad y el desafío o, en otras palabras, desafía la complejidad. Es decir, la tarea no debe ser demasiado simple ni demasiado difícil para ti.
- Elige lo que te gusta: es difícil lograr un estado de flujo si haces lo que no te gusta.