Qué tipos de bombillas hay y cómo elegir las adecuadas
Las lámparas se utilizan todos los días y cada una tiene un propósito, dependiendo de las necesidades de tu edificio. Por esto que existen variedades de bombillas con diferentes funciones. También se pueden utilizar en una lámpara de araña o colgante para mejorar el ambiente de una habitación. Si estás confundido acerca de cómo elegir las bombillas adecuadas para las necesidades de tu instalación, deja que en Ideas en 5 minutos te iluminemos el camino (un juego de palabras definitivamente intencionado).
Tipos
1. Incandescente
Estas son las bombillas más comunes y económicas disponibles en el mercado. Dan una luz cálida y pueden equiparse con reguladores de intensidad. Suelen durar al menos un año y no son tan eficientes como las de otros tipos. El 90 % de la energía que consumen se transforma en calor, lo que aumenta tu factura de la luz y el calentamiento global. Las bombillas incandescentes también se llaman bombillas Edison.
2. Diodos emisores de luz (LED)
Los LED son un tipo de las bombillas más eficientes desde el punto de vista energético, pero también uno de las más caras, ya que no emiten calor, no tienen mercurio y proporcionan una luz brillante. Suelen emitir luz direccional, lo que los hace ideales para la iluminación focalizada. El LED integrado significa que las luces LED vienen incorporadas en ciertos accesorios de iluminación. Estas bombillas duran alrededor de 50 000 horas y son ideales para lugares de difícil acceso.
3. Fluorescentes compactas (LFC)
Estas bombillas parecen tubos en espiral, son de bajo consumo y están disponibles en muchos colores según el modelo que elijas. Tardan un poco en calentarse y proporcionan una luz brillante. Las lámparas fluorescentes compactas son ideales para iluminar espacios grandes, como sótanos, cocinas, etc.
Son menos costosas que los LED y duran más que los focos incandescentes. Llevan mercurio, por lo que se aconseja una manipulación adecuada, pero al fundirse, pueden reciclarse.
4. Halógeno
Las bombillas halógenas son energéticamente eficientes y se pueden atenuar fácilmente. Suelen emitir una luz blanca que puede parecer la luz del mediodía. Son ideales para las lámparas colgantes, la iluminación empotrada y la iluminación debajo de los armarios. Las bombillas halógenas también tienen la vida útil más corta.
Suelen calentarse rápidamente, por lo que es necesario mantenerlas alejadas de los objetos con riesgo de incendio. Son similares a las luces incandescentes, pero consumen menos energía y no contienen mercurio.
- Es muy recomendable usar guantes a la hora de cambiar las bombillas halógenas porque el aceite presente en las manos puede hacer que la bombilla explote si está demasiado caliente.
Consejos para elegir la bombilla adecuada
1. Elige los lúmenes en lugar de los vatios
Los vatios indican la cantidad de energía que utiliza una bombilla. Cuantos más vatios tiene, más energía consume para producir luz. Y para producir una luz más brillante, también necesita una mayor potencia en vatios.
Los lúmenes indican la cantidad de luz que se irradia o la luminosidad de la bombilla. Al igual que los vatios, cuantos más lúmenes haya, más brillante será la luz.
- Para saber cuántos lúmenes necesitas, calcula los metros cuadrados de la zona en la que quieres instalar la iluminación. Esto puede hacerse multiplicando la longitud de la habitación por su anchura.
Las bombillas incandescentes utilizan más vatios para producir luz, lo que significa un mayor consumo de energía. Pero las bombillas modernas, como las LED, necesitan menos vatios para producir la misma cantidad de lúmenes (es decir, la misma cantidad de luz), por lo que tienen un menor consumo de energía.
Por ejemplo, una bombilla incandescente de 60 W puede emitir alrededor de 700 lúmenes de luz. Sin embargo, una bombilla LED emite la misma cantidad de luz y consume tan solo 10 W.
2. Índice de reproducción cromática (IRC)
El índice de reproducción cromática (IRC) de una bombilla se refiere a la representación real del color de un objeto bajo la luz procedente de la bombilla. Las bombillas incandescentes tienen 100 IRC, las fluorescentes entre 50 y 95 IRC y las LED entre 80 y 98 IRC. Es esencial elegir una bombilla con un IRC alto si te dedicas a la fotografía o a la creación de contenidos.
3. Costo
Las bombillas incandescentes son las más económicas de todas y duran al menos un año. Por otro lado, las bombillas LED son más caras que otros tipos de bombillas, pero duran entre 5 y 10 años. Además, los LED ayudan mucho a ahorrar energía y también producen mucha luz. Así que, después de todo, tiene sentido invertir más en los focos LED.
4. Temperatura de color
La temperatura de color indica el tono que puede emitir una bombilla, lo que significa que su luz puede ser cálida o fría. La temperatura de color se mide en Kelvin. Aquí tienes algunos ejemplos entre los que puedes elegir en función de lo que sea ideal para tu espacio.
- Luz de vela (1 000 K — 2 600 K): da un brillo suave, se utiliza para la iluminación ambiental. También se utiliza para lámparas de mesa y de pie.
- Blanco cálido (2 600 K — 3 000 K): es el color de la bombilla incandescente, ideal para dormitorios, salas de estar y comedores. También se utiliza para apliques y lámparas de techo.
- Blanco neutro (3 000 K — 5 000 K): emite una luz brillante, ideal para la iluminación focalizada, especialmente en la oficina de hogar, la cocina y el baño.
- Luz de día (5 000 K): emite una luz similar a la del día. Ideal para zonas de estudio, iluminación de seguridad, etc.
5. Iluminación general e iluminación de tareas específicas
Para conseguir la iluminación ambiental en una habitación, se coloca una única fuente de luz de gran tamaño en el centro de la misma. También, aparte de la general, se puede instalar una iluminación focalizada, específica para cada tarea. Por ejemplo, puedes tener la iluminación general en la cocina, pero instalar una pequeña luz sobre la encimera puede resultar a veces muy útil. También puedes instalar luces para tareas específicas en la zona de estudio, del baño, del escritorio, etc.
