Cómo limpiar los guantes de cuero
Unos guantes de cuero te pueden durar por mucho tiempo con el cuidado adecuado. Aunque frecuentemente se deterioran, y no es porque se hayan ensuciado o dañado en el proceso de uso, sino porque los dueños no saben cómo cuidarlos. Sin embargo, las reglas de cuidado son bastante sencillas.
Ideas en 5 minutos te contará cómo lavar los guantes de cuero, recordando estrictamente qué es lo que se prohíbe hacer.
Limpieza exterior
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Ponte los guantes en las manos. Esto te permitirá enjuagar bien las áreas de difícil acceso y controlar mejor el proceso de lavado.
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Humedece ligeramente los guantes. Para hacer esto, colócalos bajo la corriente de agua por un par de segundos. Es importante humedecerlos solo un poco y no mojarlos por completo.
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Usa jabón para limpiar cuero o jabón líquido con crema. La última opción está creada especialmente para lavar los productos de cuero, por eso es preferible usarla, aunque el jabón líquido normal también cumplirá muy bien su tarea. Enjabona los guantes, prestando mucha atención a las áreas de difícil acceso y altamente sucias. No frotes demasiado fuerte para evitar dañar el cuero.
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Enjuaga el resto de la espuma del jabón con agua ligeramente tibia. Los movimientos deben ser similares a los que realizas al lavarte las manos. Presta atención a que los residuos de jabón no se queden en la superficie. Todo debe quedar muy limpio.
❗ Nunca remojes los guantes en agua y evita lavarlos en lavadora. El cuero es un material delicado que no tolera la humedad en exceso, tampoco los efectos agresivos.
Limpieza interior
- Sin forro:
- Mezcla agua oxigenada con amoniaco en una proporción de 1:1.
- Voltea el guante al revés. Frota la superficie del artículo con una esponja remojada en la solución.
- Déjalo así durante 15 minutos.
- Limpia con un cepillo.
- Forro de tela:
- Voltea el guante al revés y evalúa la cantidad de suciedad. Si es poca, entonces puedes limpiarla ligeramente con un cepillo mojado en agua.
- Para manchas más fuertes, es necesario usar una solución jabonosa. Aplícala con una almohadilla de algodón en el revés del artículo y luego límpiala con un trapo limpio y húmedo.
- Forro de pelo:
- Pon talco o almidón de papa en el revés del guante.
- Frota el polvo en la superficie. Verás cómo se pone oscuro y sucio.
- Recoge el resto del talco con un cepillo suave. Si es necesario, repite el procedimiento.
Secado
- Después de la limpieza, seca los guantes húmedos con una toalla suave. Puedes usar un trapo de microfibra. Envuelve los guantes en un trapo y espera a que absorba el exceso de humedad. Esto puede tardar alrededor de 15 minutos.
- Saca los guantes de la toalla y estíralos. Colócalos sobre una superficie plana en un lugar sombreado.
- Es importante que los guantes conserven su forma. Para esto puedes usar un maniquí de mano o hacer un modelo de mano con ayuda de alambre. Si no tienes ninguna de estas opciones, entonces ponte los guantes periódicamente durante el secado y estíralos para que recuperen su forma.
❗ No seques los guantes en un calentador o al sol. Una excesiva exposición a altas temperaturas dañará el cuero, se encogerá y se agrietará.
Tratamiento en la superficie
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Para que los guantes sean resistentes a la humedad, usa cremas especiales. Al comprarlas, presta atención a que sean adecuadas para tu artículo. En especial cuando el cuero es de color claro.
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Lubrica la superficie de los guantes con productos grasos. La glicerina, la vaselina y aceite de ricino son perfectos. Tu accesorio no solo brillará de una manera nueva, sino también obtendrá una excelente protección contra el secado y el agrietamiento.
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Al usarlos diariamente, haz una ligera limpieza al menos un par de veces a la semana. Es más fácil quitar una pequeña mancha al momento que sufrir después con la suciedad.