8 Métodos para eliminar las manchas de humedad en las paredes
Es común encontrar manchas de humedad en una casa. Estas aparecen por distintas causas en techos y paredes, y con el tiempo pueden causarte problemas, desde arruinar muebles u otros objetos hasta afectar las instalaciones eléctricas.
Ideas en 5 minutos te mostrará cómo puedes sacarlas de manera casera, usando productos accesibles y de uso común. Al final puedes leer algunos consejos para evitar que las manchas vuelvan a instalarse en tus paredes.
1. Sal marina
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Más que desmanchar, la sal marina absorbe la humedad del ambiente, de modo que es ideal para evitar que esta se condense y genere las temidas manchas.
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Elige recipientes de boca ancha y llena cada uno con sal marina.
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Ubícalos en los sitios de la casa donde veas que más se condensa la humedad (la cocina y el baño, por ejemplo, son los lugares donde se espera que habitualmente esto ocurra).
2. Talco
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Echa una cantidad grande de talco sobre un recipiente plástico.
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Espolvoréalo sobre las manchas de humedad usando una brocha bien limpia y seca. El talco funciona como un secante y ayudará a quitar el exceso de humedad de las paredes.
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Para que el producto penetre en las manchas, frota intensamente con un paño seco y déjalo un tiempo así se asienta bien.
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Repite esta tarea hasta que la humedad disminuya.
3. Bicarbonato de sodio
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Diluye una porción de bicarbonato de sodio en un cuenco con agua. Revuelve hasta lograr una pasta espesa y consistente, que se vea fácil de esparcir.
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Unta la mezcla con una esponja por todas las manchas.
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Elige para hacer esta tarea un día soleado y procura abrir puertas y ventanas. Un ambiente cerrado o un día lluvioso atrasarán el tiempo de secado.
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Espera que se seque y aclara con una esponja limpia y agua fresca.
4. Vinagre blanco
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Coloca una buena cantidad de vinagre blanco dentro de una botella con pulverizador y rocíalo sobre las manchas de humedad.
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Deja pasar una o dos horas, el tiempo suficiente para que los ácidos del vinagre penetren en la superficie.
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Quita los restos del producto con un trapo de microfibra limpio y húmedo.
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Para que los efectos sean más contundentes, evita diluir el vinagre en agua; aplícalo puro.
5. Detergente lavavajillas
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Vierte agua tibia en un recipiente y agrega allí detergente lavavajillas.
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Humedece toda la superficie manchada utilizando un cepillo de cerdas suaves y friega bastante intensamente.
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Seca con un trapo limpio. Puedes repetir esta tarea hasta que ya no haya rastros de humedad.
6. Lejía (lavandina)
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Arroja agua en un bol grande y luego echa allí un chorro de lejía.
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Revuelve la mezcla con un palo o listón que esté en desuso.
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Sumerge allí una esponja suave y friega con fuerza la zona afectada por el moho.
7. Aceite de árbol de té
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El aceite de árbol de té es el indicado para usar cuando la humedad aún no lleva mucho tiempo adherida a la pared.
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Mezcla dos cucharadas soperas del aceite con dos tazas pequeñas de agua.
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Vierte la mezcla en una botella con pulverizador y rocíala sobre las manchas. Espera a que actúe y luego elimina los restos.
8. Agua oxigenada
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Elige agua oxigenada del 1 % al 3 % y échala dentro de una botella con pulverizador.
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Rocíala directo sobre las manchas de moho y deja actuar unos minutos.
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Usa una esponja para limpiar las paredes y hazlo de abajo hacia arriba, de modo que las gotas caigan siempre en zonas que ya están mojadas y no en partes secas.
1. Evita tener demasiadas plantas dentro de la casa
No es conveniente tener muchas plantas en un espacio interior, porque estas tienden a humidificar aun más el ambiente.
2. Procura tener encendido el extractor de aire cuando estés cocinando
Prender el extractor de aire mientras cocinas evita que la humedad quede acumulada en el ambiente. Por eso es aconsejable tener uno de ellos en la cocina y prenderlo sobre todo cuando hierves agua, usas una sartén o preparas comida al vapor. El extractor, además de eliminar el mal olor, hace que se disipe el humo condensado en el ambiente.
3. Ventila bien los ambientes
Tener las ventanas de tu casa abiertas hará que el aire circule y evitará que la humedad de la ducha, la cocina, la secadora de ropa y todo aquello que genere vapor se condense en el ambiente. Cuando abres, el ambiente se ventila y de este modo las partículas de agua o vapor que estaban flotando en el aire ahora circulan y se van.
4. Tiende la ropa recién lavada al aire libre
Luego de lavar la ropa, será mejor si la cuelgas al aire libre. Si lo haces dentro de una casa que ya de por sí es húmeda, la humedad de la ropa no hará más que acrecentar este clima.
5. Controla la temperatura de la calefacción
La temperatura de los calentadores que hay en casa no debe superar los 21 grados. El exceso de calor, sumado a los cambios bruscos de temperatura, podría hacer que las paredes se agrietaran y humedecieran.