Cómo organizar los muebles
La disposición de los muebles es un asunto complicado, pero no solo para los diseñadores. Tú mismo puedes conseguir un diseño exitoso utilizando las reglas básicas descritas en este artículo. Son sencillas e intuitivas, por lo que no deberías tener problemas para ponerlas en práctica.
En Ideas en 5 minutos, hemos preparado una guía para los que quieren actualizar sus interiores. Al final del artículo, hay un bono con ejemplos de distribuciones de muebles para sala de estar.
Lo que ayuda a facilitar el proceso de planificación
Toma papel y haz un diseño preliminar en él. En una hoja de cuaderno estándar, dibuja la habitación que quieres, observando las proporciones. No olvides indicar las ventanas y las puertas. Depende de ti y de tu imaginación decidir cómo será tu diseño, y si será elaborado o sencillo.
Lo mejor es utilizar piezas de muebles recortadas en papel para poder trasladarlas fácilmente de un lugar a otro. Ten en cuenta que no solo debes incluir, por ejemplo, un sofá y un sillón, sino también cosas como una alfombra y una lámpara de pie, si son una parte importante de la distribución. Experimenta, cambia la posición de las piezas y busca las mejores opciones.
Aplica los consejos que se describen a continuación para facilitar la tarea.
Qué hay que tener en cuenta a la hora de organizar los muebles
- Decide cuál será el punto central. Es el punto focal de la habitación: por ejemplo, la vista desde la ventana o el televisor. Los muebles se organizarán en función de este punto focal. Supongamos que pones una televisión en la sala de estar. La distancia ideal entre el televisor y los sillones debe ser 3 veces el tamaño de la pantalla. Si la diagonal es de 1 m, coloca los muebles a una distancia máxima de 3 m.
- Organiza primero los muebles prioritarios. Por ejemplo, para el dormitorio sería una cama, y para la sala de estar un sofá. También este tipo de muebles suelen ser los más grandes de la habitación. Si has encontrado previamente un punto central, estos elementos deberían estar frente a él. Considera que las sillas y los sillones deben estar espaciados a no más de 2,5 metros de distancia para la comodidad de la conversación.
- Aleja los muebles de las paredes. Por supuesto, esto dependerá del tamaño de la habitación. Sin embargo, incluso en espacios pequeños, es aconsejable dejar un pequeño espacio entre la pared y los muebles grandes. Por paradójico que parezca, esta disposición puede hacer que una habitación parezca más grande. Si tienes espacio suficiente, no dudes en alejar el sofá y dejar unas decenas de centímetros de espacio detrás.
- Crea áreas sociales. Esta regla es especialmente válida para la sala de estar. La disposición del sofá y los sillones debe ser tal para que los invitados puedan comunicarse libremente, sentados en posiciones cómodas, sin tener que girar la cabeza cada vez que quieran decir algo. Si la habitación es pequeña, puedes centrarte en una sola zona, pero en un espacio grande puede haber más de una.
- “Marca” la zona deseada con una alfombra. Lo ideal es que esté completamente debajo de los muebles. Un suelo desnudo en los bordes de la habitación está bien. Si la alfombra no es lo suficientemente grande como para acomodar todos los objetos que necesitas, asegúrate de que al menos las patas delanteras de los muebles se apoyen en ella. Los de atrás pueden entonces estar fuera de la “zona”.
- Coloca las mesas. Deben estar al alcance de la mano para que sean fácilmente accesibles. Una gran mesa de centro puede ser un gran elemento decorativo y funcional. Asegúrate de que haya suficiente espacio entre las mesas y los asientos para que la gente pueda pasar, unos 45 cm. Debe estar a la misma altura que los sillones y el sofá o más baja. Si tienes mesas auxiliares, deben estar a ras de los reposabrazos de los muebles.
- Ten en cuenta las vías de circulación. Esto se refiere principalmente al camino entre las puertas. Sin embargo, también es importante dejar espacio para la libre circulación en los espacios cerrados. No lo bloquees con muebles grandes, esquinas afiladas u otros obstáculos. Unos 80 a 120 cm de anchura son suficientes para el recorrido principal (para entrar y sentarse en el sofá) y un mínimo de 60 cm para el recorrido secundario (por ejemplo, para alcanzar una estantería). También recuerda que si hay un lugar para comunicación, entonces el movimiento debe construirse alrededor de él. En el caso de que esto no sea posible, es mejor dividir el espacio en dos áreas pequeñas para sentarse en lugar de una.
- Ocúpate de la iluminación. Este punto se olvida a menudo, pero la luz es uno de los elementos más importantes de cualquier habitación. Utiliza una combinación de lámparas de techo, de pared, lámparas de pie y lámparas de mesa. Una lámpara de pie sería muy útil junto a un sofá o detrás de un sillón, y las lámparas de mesa quedan muy bien en mesas auxiliares y estanterías. Utiliza varios niveles de iluminación a la vez para equilibrarlo.