Ideas En 5 Minutos
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Con qué agua regar las plantas de interior y cómo hacerlo correctamente

Todos sabemos que las plantas necesitan agua, pero su calidad varía, y su composición química puede afectar a la salud de los habitantes del jardín de tu casa. Por lo tanto, es importante elegir la que es adecuada para el riego, así como controlar su temperatura y el momento en que se riega el sustrato.

En Ideas en 5 minutos te contamos con qué agua regar las plantas de interior y cómo hacerlo de manera correcta.

1. Elige el agua adecuada

El agua del grifo es la fuente más accesible para regar las plantas. Puede usarse para este fin, siempre que no sea demasiado blanda o muy dura.

  • El agua ablandada suele contener un alto nivel de sodio. Con el tiempo, puede acumularse en el sustrato y dañar su estructura. Es mejor evitar este tipo de agua o, al menos, filtrarla.
  • El agua dura es rica en calcio y magnesio. Estos elementos también pueden acumularse en el sustrato y crear una capa superior capaz de repeler el líquido. En este caso, se recomienda filtrar previamente el agua o hervirla y luego enfriarla.
  • El agua clorada es segura para la mayoría de las plantas de interior, pero también es mejor pasarla por un filtro.

Alternativas al agua del grifo:

  • Agua de lluvia. Tiene un pH adecuado para la mayoría de las plantas. Además, está libre de sustancias químicas y minerales que suelen encontrarse en la del grifo. El único inconveniente es la dificultad de recogerlaalmacenarla.
  • Agua embotellada. Puede contener todos los minerales que necesitan las plantas, dependiendo de la fuente de la que se extraiga. Además, no posee cloro ni flúor. La desventaja es que regar con este producto genera gastos adicionales.

2. Controla su temperatura

Lo mejor es regar las plantas con agua a temperatura ambiente. El agua demasiado caliente o muy fría puede afectar a su estado, por lo que es mejor llenar la regadera inmediatamente después de cada sesión de riego y dejarla allí hasta la próxima vez. Así, pasará el tiempo suficiente para que el líquido se asiente y alcance la temperatura ambiente.

3. Determina el momento de riego

Si notas que las hojas se marchitan, definitivamente es el momento de regar la planta. Pero es mejor no llegar a ese punto y acostumbrarse a revisar el jardín de casa al menos una vez a la semana para comprobar si ha llegado la hora de humedecer el sustrato. La mejor manera de averiguarlo es meter el dedo unos 2 cm adentro. Si la tierra parece seca, riega la planta. Si está húmeda, puedes volver a comprobar el sustrato al cabo de uno o dos días.

Es preferible regar por la mañana que por la tarde. Durante el día, cualquier humedad que quede en las hojas se evaporará, ya que la temperatura media suele ser más alta durante este momento de la jornada. Cuanto más tiempo permanezca el agua en las hojas, mayor será el riesgo de aparición de alguna enfermedad en las plantas. Lo ideal es que se sequen antes de que anochezca.

Imagen de portada Pixabay, Depositphotos.com
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