Cómo enseñarle a un niño las tablas de multiplicar
Un aprendizaje mecanizado de las tablas de multiplicar solo puede traer fatiga, estrés y falta de interés hacia el estudio en lugar de una comprensión y aprendizaje de calidad. Además, tanto padres como hijos tendrán una porción de estrés garantizada.
Ideas en 5 minutos te contará cómo enseñarle a tu hijo las tablas de multiplicar de una forma fácil y rápida.
Cómo no se debe enseñar las tablas de multiplicar
En la parte trasera de un cuaderno de matemáticas, por lo general, se encuentran columnas con números multiplicados entre sí, llamadas tablas de multiplicar. Memorizar 72 ejemplos y sus respuestas correctas es el método más difícil para aprender las tablas de multiplicación. Este método puede aburrir al niño y, principalmente, no conducirá a su compresión.
Cómo aprender las tablas de multiplicar fácilmente
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Usa una tabla pitagórica en donde la primera columna y renglón se denominan multiplicadores (factores) y en las celdas se encontrará el resultado de su multiplicación entre sí. Gracias a esto, el número de ejemplos necesarios para aprender las tablas de multiplicar se reduce a exactamente a la mitad; es decir, de 72 a 36 ejemplos.
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Simplemente, imprime una tabla pitagórica vacía (para esto, puedes usar la tabla que te hemos propuesto más arriba) y saca varias copias. Con esto, tu hijo y tú podrán rellenar las celdas por sí solos, resaltar las celdas individuales con un color, encerrar en un círculo y subrayar los números.
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Dile a tu hijo que en cada celda se encontrará el resultado de la multiplicación entre las dos cifras ubicadas en el primer renglón y columna de la tabla.
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Resalta la diagonal central de la tabla, es decir, donde un número se multiplicará por su igual, con el color de tu preferencia.
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Alegra a tu hijo diciéndole que no tendrá que aprender lo que se encuentre más arriba de la diagonal marcada. Esto es porque, por decirlo de manera simple, el cambio de lugar de los factores no afecta el resultado. Por ejemplo 7×4 = 28 y esto es lo mismo que 4×7 = 28. Lo mismo ocurre con las demás cifras. Lo que significa que, para aprender las tablas de multiplicar, será suficiente recordar 36 ejemplos y no 72.
Cuéntale a tu hijo sobre los casos de multiplicación más sencillos:
- Multiplicar por 0 es lo más fácil: cualquier número multiplicado por 0 es 0.
- Con 1 tampoco, hay muchos problemas: cualquier número multiplicado por 1, es el mismo número.
- Y para multiplicar por 10, es suficiente agregar un cero al número. Rellena junto con tu hijo el último renglón de la tabla.
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También puedes hablarle a tu hijo sobre algunos trucos que le ayudarán a recordar más fácil la tabla del 9. Pídele que coloque sus manos al frente y mentalmente enumere los dedos de izquierda a derecha del 1 al 10: meñique de la mano izquierda 1, anular 2, medio 4 y así sucesivamente. Si quieres multiplicar 9 por 7, entonces baja el dedo número 7, de esta forma, de un lado te quedarán 6 dedos y del lado en donde bajaste el dedo te quedarán 3. Es decir 63. Ese es precisamente el resultado de multiplicar 9 por 7.
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Si, por ejemplo, quieres multiplicar 9×3, entonces baja el dedo número 3. Del lado izquierdo resultarán 2 dedos y, del lado derecho, 7. La respuesta correcta: 9×3 = 27.
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Continúa haciendo este truco junto con tu hijo y rellena el renglón con el número 9 en la tabla, sucesivamente multiplicando 9 por 2, por 3, por 4 y así.
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Dile a tu aprendiz que tome en cuenta que la suma de los dos números obtenidos como resultado de la multiplicación por 9, siempre será igual a 9. Por ejemplo, 9×2= 18 (1 + 8 = 9) o 6×9 = 54 (5 + 4 = 9).
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Más adelante, completa la columna de la tabla en forma descendente a partir del número 2. Explícale que la multiplicación del 2 es como sumar el número consigo mismo. Por ejemplo, 3 + 3 = 6 o 3×2 = 6. Dile a tu hijo que tome en cuenta que puede recordar la multiplicación de 5 por 2 de una forma sencilla: nosotros tenemos 2 manos, en cada una de ellas hay 5 dedos y en total tenemos 10 dedos.
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Rellena la columna del número 3 comenzando por la celda sombreada, es decir, por la multiplicación por 3. Explícale a tu hijo que algunos números simplemente se tienen que memorizar.
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Más adelante, dile a tu hijo que recordar la tabla del 5 es muy fácil: en dos manos tenemos 10 dedos, en las manos y un pie (multiplicación por 3) tenemos 15 dedos, en las manos y ambos pies tenemos 20 dedos. Si mamá agrega una mano a las manos y pies de su hijo, entonces tendrán 25 dedos. Y así sucesivamente.
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Coméntale a tu hijo el siguiente patrón: al multiplicar por 5, el resultado siempre terminará en 5 o 0.
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Rellena toda la parte inferior de la tabla pitagórica, completando desde la celda marcada en la diagonal de la tabla y recordándole a tu hijo que no será necesario estudiar la parte superior de la tabla, ya que el cambio de lugar de los factores no afecta el resultado.
Principios generales de enseñanza
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Explícale a tu hijo que algunos ejemplos simplemente se tendrán que memorizar.
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No intentes que aprenda de memoria todas las tablas de multiplicar a la vez. Al aprendizaje de la tabla de multiplicar de un número se le puede dedicar un par de días. No hay que aburrir a los alumnos de los primeros grados con una gran cantidad de información.
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Ve de lo sencillo a lo complicado. Comienza con la multiplicación del 1, 0, 10, 2 y después continúa con la del 5, 3, 9, y así.
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Dile a tu hijo que aprender las tablas de multiplicar es útil y le servirá en la vida para tareas sencillas. Por ejemplo, en tu familia son 6 personas y a cada uno le tienes que dar dos empanadas. Pregúntale a tu hijo, ¿cuántas empanadas será necesario hornear?
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No olvides que la constancia es la madre de la enseñanza. Repite de forma regular las tablas de multiplicar junto con tu hijo, haciéndole preguntas sobre los ejemplos de forma ordenada y después de forma aleatoria.
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Imprime una tabla vacía y pídele a tu hijo que la rellene por sí solo, sin distracción alguna.
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No olvides elogiar a tu hijo por sus logros al estudiar las tablas de multiplicar. Esto lo motivará a conseguir futuros logros.