Cómo comer menos y quedar satisfecho
Hoy en día, hay tantas tentaciones gastronómicas que a veces es difícil resistirse y no comer de más. Pero comer en exceso con frecuencia conduce a que el estómago se estire, se acostumbre a grandes volúmenes y deje de sentirse lleno después de comer menos comida. Esto puede causar sobrepeso y problemas de salud.
En Ideas en 5 minutos, hemos recopilado algunas recomendaciones que pueden ayudar a comer menos sin sentir hambre todo el tiempo.
Tomar agua
A veces confundimos el hambre con la sed y pensamos que tenemos hambre cuando en realidad lo único que necesitamos es un vaso de agua. En promedio, se recomienda beber unos 2 litros de agua al día.
Una persona se siente llena cuando su estómago se expande. A veces se puede llenar con agua. Por ejemplo, beber agua 30 minutos antes de una comida engañará al estómago.
De esta manera, un vaso de agua antes de la comida puede ayudar a comer menos.
Comer despacio
Cuando comemos muy rápido, el cerebro no tiene tiempo de reconocer la sensación de saciedad. Comer más despacio puede ayudar a sentirse satisfecho incluso después de porciones pequeñas.
Vale la pena recordar que, entre el comienzo de una comida y el momento en que el cerebro recibe el mensaje de que el estómago está lleno, pasan aproximadamente 20 minutos.
Comer conscientemente
La alimentación consciente es la práctica de contemplar lo que uno come y centrarse en cómo se siente con respecto a la comida.
Con esta alimentación, la comida se realiza en todos los aspectos: se siente su sabor y qué efecto tiene en el cuerpo. En este punto, uno siente mejor el sabor y entiende el aroma, el aspecto y la textura de los alimentos.
Decirse cosas bonitas a uno mismo
Con las constantes restricciones alimentarias, la fuerza de voluntad puede agotarse en cierto punto. En este momento, lo más importante es alejarse de la negatividad que puede provocar comer en exceso. Inicia un diálogo positivo contigo mismo. Anímate y motívate.
Ocultar las tentaciones
Para evitar los refrigerios innecesarios, mantén fuera de la vista todos esos alimentos sabrosos, pero que a su vez son ricos en calorías y poco saludables. Pon las galletas y las golosinas en el cajón más alejado y esconde el helado en el fondo del congelador.
Comer en casa
Es mejor cocinar y comer en casa. Esto dará más control sobre los alimentos que se consumen.
Incluir más proteína a la dieta
Las proteínas tardan más en digerirse que los carbohidratos, lo que significa que la sensación de estar lleno se conservará durante más tiempo. Por ejemplo, comer proteínas en el desayuno puede ayudar a comer menos calorías a lo largo del día.
Los vegetarianos en este caso pueden utilizar los batidos de proteína o dar preferencia a la proteína vegetal.
Cambiar los platos
Conviene cambiar los platos habituales por unos más compactos. Cuando se come de platos pequeños, el cerebro cree que se está comiendo más de lo que se come realmente.
También es mejor elegir trastes llamativos que no combinen con el color de la comida. Con el contraste del plato y la comida en él, se puede ver claramente cuánto se ha servido. Por ejemplo, si tienes arroz blanco frente a ti servido en un plato blanco, existe un alto riesgo de comer de más.
No comer alimentos directamente del paquete. Estos deben pasarse a un plato. Por ejemplo, comerás más helado, papas fritas o palomitas si lo comes directamente del paquete.
Elegir pedazos pequeños
Trata de tomar solo un poco del plato con el tenedor o la cuchara. Así masticarás mejor la comida y disfrutarás más del proceso.
Reemplazar lo malo con lo bueno
Intenta comer más sano sin renunciar a tus alimentos habituales. Simplemente, cambia el tocino normal por tocino magro, elige un corte magro de carne para tu bistec y opta por una barra de chocolate oscuro en lugar de chocolate con leche.
Comer en silencio
Se cree que quienes comen frente al televisor o con el teléfono en la mano tienden a comer en exceso. Intenta comer en silencio, concentrándote en el proceso. La alimentación consciente puede ayudar a comer menos.
Elegir comida simple
Trata de no comer alimentos con potenciadores de sabor y aromatizantes, es mejor dar preferencia a las comidas sencillas. Así comerás menos.
Cambiar de mano
Si eres diestro, intenta comer con la mano izquierda y viceversa. El hecho es que comer con la mano no dominante puede ayudar a comer un 30 % menos. Si no eres muy hábil con los palillos, puedes probar a comer con los mismos. El efecto debería ser semejante.
Quitar el 20 %
Se cree que para perder los kilos de más, no es necesario ponerse a dieta, basta con quitar el 10-20 % de la porción habitual.
De esta manera, si te sirves 100 gramos de arroz, reduce la porción a 80. Al mismo tiempo, puedes agregar un 20 % más de vegetales a tu comida. Esto ayudará no solo a llenar el estómago, sino también a aumentar la ingesta de nutrientes.
Masticar mejor
Hoy en día, muchos sufren de una constante falta de tiempo y, como resultado, comen muy rápido. Sin embargo, esto no es un buen hábito. Las personas que mastican lentamente digieren mejor los alimentos y se sienten llenas más rápido.
Dar preferencia a las verduras y frutas
Trata de comer una ensalada ligera de vegetales antes de la comida principal. Así se aumenta el consumo de vegetales saludables y se reduce el tamaño de la porción del plato principal.
La ensalada se puede reemplazar con una manzana. Esta ayudará a proporcionar fibra al organismo y te sentirás lleno incluso con una porción más pequeña del plato principal.
Iniciar un diario de fotos
Toma una foto de cada comida con el teléfono y revisa el material aproximadamente una vez cada 5 días. Así podrás analizar tu dieta y pensar qué puedes cambiar o mejorar en la misma. Es posible que así te des cuenta de que es mejor reemplazar el azúcar con alimentos más saludables.
Cepillarte los dientes
Cepillarse los dientes después de la cena puede ayudar a evitar la tentación de picar algo por la noche. Ya que, de lo contrario, tendrás que cepillarte los dientes nuevamente.