Ideas En 5 Minutos
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Cómo saltar la cuerda correctamente

Saltar a la cuerda es un ejercicio eficaz para ejercitar todo el cuerpo, con un claro énfasis en las piernas. Este entrenamiento quema calorías tan bien como correr, mejora la resistencia aeróbica y anaeróbica y fortalece los huesos. Además, puede realizarse en cualquier lugar: en el gimnasio, en casa o al aire libre.

Ideas en 5 minutos te cuenta qué tipo de cuerda para saltar deben elegir los principiantes, cómo realizar correctamente los saltos y qué variedades tienen.

Cómo elegir una cuerda

Un error que cometen muchos principiantes es elegir una cuerda de saltar demasiado liviana y hecha de polivinilo. Podría parecer que cuanto más ligera sea la cuerda, más fácil será saltar, pero no es así en absoluto. En estos casos no hay retroalimentación física. No puedes sentir la cuerda girando alrededor de tu cuerpo, lo que hace imposible ajustar y saltar en el momento adecuado. Con este tipo de cuerda, seguro que tropezarás constantemente y te frustrarás cada vez más.

Olvídate de las cuerdas de salto de plástico baratas y utiliza en su lugar otras con poco peso. Te permitirán sentir la cuerda girando alrededor de tu cuerpo, lo que te facilitará saber cuándo debes dar un salto. Además, el ritmo será lo suficientemente lento para que te sientas cómodo haciendo el ejercicio sin un esfuerzo excesivo.

💡 Cuanto más pesada sea la cuerda, mejor se trabajan los músculos. Para la pérdida de peso es suficiente un peso medio, pero para la construcción de masa muscular se necesita un equipo más pesado.

El tamaño de la cuerda viene determinado por las tareas a las que se enfrenta el saltador. Una cuerda más corta es adecuada para el trabajo de velocidad, mientras que una cuerda más larga es adecuada para realizar diferentes ejercicios de salto. Los principiantes pueden elegir una longitud neutra, utilizando un método sencillo para seleccionar el tamaño adecuado de la cuerda.

Para ello, pisa la cuerda con un pie y junta los pies. Tira de la cuerda hacia arriba, apretando los extremos de la cuerda contra el pecho. El cordón no debe quedar demasiado alto ni demasiado bajo en el pecho. De lo contrario, la cuerda se golpeará contra el suelo constantemente o se enredará en las piernas.

💡 Puedes ajustar la longitud de la cuerda haciendo nudos en los extremos de esta. De este modo, puedes cambiar el tamaño sin tener que comprar una nueva cuerda de saltar.

Conceptos básicos para saltar la cuerda

Primero, practica los movimientos básicos sin la cuerda:

  • Párate derecho. Flexiona ligeramente las rodillas y junta los pies. Mantén siempre la mirada hacia delante y la barbilla levantada: así te aseguras de que nada obstruya tu respiración.

  • Los brazos tienen que estar a lo largo del cuerpo. Levanta los antebrazos y ponlos en ángulo recto a cada lado. Las palmas de ambas manos y el ombligo deben estar en la misma línea. Puedes alejar ligeramente los codos del cuerpo, si te resulta más cómodo. Cuando se trabaja con la cuerda, solo intervienen las manos. Un pequeño movimiento con los dedos es suficiente para mantener el ritmo.

  • Intenta saltar en esta posición. La altura de los saltos debe ser moderada. Si saltas demasiado alto, desperdiciarás energía y también perderás velocidad.

Cuando hayas trabajado todos los movimientos básicos, estarás listo para saltar la cuerda. Intenta empezar a un ritmo bajo, haciendo 1 o 2 saltos. Cuando te sientas seguro, aumenta la duración. Coge tu ritmo y salta con ganas.

Otras variaciones de saltos

  • Una corrida con una elevación de rodilla alta. Alterna las piernas derecha e izquierda. La rodilla se eleva al nivel de la pelvis. La pierna se flexiona en ángulo recto.

  • Saltos en un pie. Al principio, salta sobre una pierna durante un tiempo, y luego salta sobre la otra pierna. 30 segundos en cada pie serán suficientes.

  • Saltos con las piernas separadas. Haz el salto y separa los pies un poco más que el ancho de los hombros. A continuación, salta en dos pies, uno al lado del otro.

  • Saltos con rotación de los pies. Salta y gira tu pierna derecha para que apunte a las 2 en punto y la izquierda a las 10 en punto. Después de descender en esta posición, salta de nuevo y cambia la posición de tus pies para que apunten a las 12 en punto. Para proteger tus rodillas, no gires demasiado las piernas y asegúrate de aterrizar con las rodillas ligeramente flexionadas.

  • Saltos con alternación de piernas. En un salto así, primero pon la pierna derecha hacia adelante, la pierna izquierda flexionada detrás de ti. A continuación, cambia de pierna en un salto: adelanta la pierna izquierda y flexiona ligeramente la rodilla derecha.

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