Por qué la piel se arruga cuando se mantiene mucho tiempo en el agua

Probablemente todos hemos notado al menos una vez que después de una larga estancia en el agua, la piel de las manos y los pies se arruga. Algunos creen que la epidermis simplemente se hincha por el líquido. Sin embargo, los científicos asocian esta reacción con otro proceso.

En Ideas en 5 minutos contaremos por qué nuestros pies y manos se arrugan en el agua.

Anatomía de la piel

Nuestra piel está formada por 3 capas:

• Epidermis. Es la capa más externa de la piel y tiene una función protectora. También evita la evaporación del agua de nuestro cuerpo.
• Dermis. Es la capa media de la piel y contiene los vasos sanguíneos, nervios, raíces del cabello y glándulas sudoríparas.
• Hipodermis. Es la capa interna de la piel, formada por grasa y tejido conectivo.

Detengámonos en la epidermis con más detalle. Consta de 5 subcapas:

• Capa córnea
• Capa clara
• Capa granular
• Capa espinosa
• Capa basal

La capa córnea es la superior. En la epidermis, las células recién formadas permanecen en la parte inferior, mientras que las viejas son empujadas hacia arriba. Los procesos de formación y muerte celular continúan durante toda la vida.

Cómo aparecen las arrugas

Durante mucho tiempo se creyó que las arrugas en nuestras extremidades aparecían debido a que la capa superior de la epidermis se hinchaba por el agua.

Esto se explicó de la siguiente manera. La piel está cubierta de sebo (grasa), que la protege e hidrata. Esta capa protectora también tiene una función repelente al agua. Gracias a ella, el líquido fluye por nuestro cuerpo sin ser absorbido. Pero el “remojo” prolongado elimina el sebo y el agua comienza a penetrar en la epidermis, suavizándola.

Sin embargo, los científicos descubrieron más tarde un vínculo entre las arrugas de la piel en el agua y el funcionamiento de los vasos sanguíneos. Resultó que la aparición de arrugas está influenciada por la actividad del sistema nervioso simpático, es decir, el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Cuando estás en el agua, el sistema nervioso envía una señal a los vasos sanguíneos y estos comienzan a contraerse. El cuerpo envía sangre de un área a otra. De donde sale la sangre, los vasos se vuelven más delgados. La piel sobre ellos colapsa y aparecen arrugas.

Para qué las necesitamos

A primera vista, puede parecer que las arrugas en las extremidades son completamente inútiles. Sin embargo, estudios han demostrado que no es del todo así. Según una versión, las extremidades marchitas por el agua ayudaban a las personas de la antigüedad a sobrevivir en condiciones difíciles.

Por ejemplo, los dedos arrugados agarran objetos húmedos más rápido y con más fuerza. Y un efecto similar en los pies proporciona un mejor agarre al caminar bajo la lluvia. Algunos creen que fue más fácil para nuestros antepasados ​​con las manos arrugadas recolectar comida de las plantas húmedas y sacarla del agua.

Excepciones

Las arrugas causadas por el agua son comunes, pero no siempre es así. Los científicos han descubierto que cuando se dañan ciertos nervios de las extremidades, la piel no se arruga al entrar en contacto con el agua.

Los estudios de pacientes con pérdida de la función nerviosa en las manos no muestran arrugas en general o solo presentan muy pocas en los dedos sumergidos en agua.