Por qué la sangre es roja, pero las venas son azules
Algunas preguntas infantiles pueden tomar por sorpresa incluso a un adulto. Después de todo, las respuestas a ellas no parecen nada obvias, sino todo lo contrario: hacen pensar seriamente.
Ideas en 5 minutos responderá a la pregunta de por qué la sangre es roja y las venas son azules.
Cómo circula la sangre por nuestro cuerpo
Los vasos sanguíneos impregnan todo el cuerpo humano, proporcionando una nutrición continua a sus órganos y tejidos. El corazón es el órgano central del sistema circulatorio y actúa como una bomba enorme que bombea sangre por el cuerpo.
La sangre oxigenada procedente del corazón es transportada por los grandes vasos, las arterias, que a su vez la redirigen a vasos más pequeños, los capilares. Estos últimos llevan la sangre con oxígeno a los rincones más alejados del cuerpo, nutriendo las células, y luego transportan la sangre “usada”, llena de dióxido de carbono, a las venas. A través de ellas, la sangre viaja de vuelta al corazón para ir a los pulmones a oxigenarse de nuevo y pasar a la siguiente vuelta.
¿La sangre venosa es azul?
Algunas personas piensan que la sangre venosa tiene un color azul por la falta de oxígeno en ella, lo que también hace que las venas se vuelvan azules. Sin embargo, esta suposición es errónea. De hecho, la sangre siempre es roja. La sangre arterial, que está enriquecida con oxígeno, tiene un tono rojo brillante, y la venosa, que tiene poco oxígeno, tiene un tono rojo oscuro.
Entonces, ¿por qué las venas se ven azules?
¿Por qué las venas se ven azules?
El tono de las venas depende de varios factores: el comportamiento de la luz al entrar en contacto con nuestro cuerpo, la capacidad de nuestros ojos para percibir los colores y las propiedades particulares de la sangre.
Los distintos colores de la luz tienen diferentes longitudes de onda, lo que afecta a su capacidad de penetrar en nuestra piel. La luz que incide en nuestra piel durante el día es blanca. Es una mezcla de todos los demás colores de la luz visible. Para entender por qué las venas parecen azules, es importante que comprendamos cómo se comportan los espectros rojo y azul de la luz.
La luz azul tiene una longitud de onda corta. No es capaz de penetrar profundamente en la piel, por lo que la mayor parte de ella se refleja de vuelta cuando entra en contacto con el tejido. La luz roja tiene una mayor longitud de onda. Atraviesa los obstáculos más fácilmente y refleja menos. Esta luz puede penetrar fácilmente entre 5 y 10 mm bajo la piel, donde hay muchas venas. Allí es absorbida por la sangre.
Cuando las luces roja y azul entran en contacto con la piel al mismo tiempo (como sucede cada vez que estás bajo la luz del día), las venas grandes reflejan más la luz azul y absorben la roja. Ahora bien, el ojo humano podrá observar menos rojo y más azul en los lugares donde se encuentran las venas.
Curiosamente, el color de los vasos depende directamente de su tamaño y profundidad. Los capilares muy finos cercanos a la superficie de la piel no tendrán el mismo tono azul intenso que las venas más grandes. Para nuestros ojos, su color puede tener un matiz rosado o violeta.