Ideas En 5 Minutos
Ideas En 5 Minutos

Qué es el mal de altura y cómo prevenirlo

Si has planeado o realizado un viaje a la montaña, es muy probable que hayas oído hablar del “mal de montaña” o “mal de altura” o que incluso lo hayas experimentado alguna vez. Sin embargo, es posible que muchas personas aún no sepan qué es realmente esta afección y por qué se produce.

En Ideas en 5 minutos, hemos preparado esta guía para ayudarte a entender qué es el mal de montaña, quién puede padecerlo, cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo.

❗ Importante: este artículo ha sido creado con fines meramente informativos y no sustituye el asesoramiento profesional. Si planeas ir a un lugar de mayor altitud o si actualmente te encuentras a una altitud elevada, consulta a un médico para obtener las pautas, el diagnóstico y el tratamiento adecuados en relación con el mal agudo de montaña.

Qué es el mal de altura

También conocido como mal de montaña, el mal de altura consiste en un conjunto de varios síntomas que aparecen si escalas o caminas a un terreno de mayor altitud demasiado rápido. Por ejemplo, si vives en una ciudad ubicada a una altitud bastante elevada, es posible que estés acostumbrado a la presión atmosférica de ese lugar concreto. Sin embargo, si vas a un lugar situado a una altitud superior a la que estás acostumbrado, tu cuerpo necesitará tiempo para adaptarse al cambio de la presión atmosférica.

Esto ocurre porque cada vez que viajas a una mayor altitud, la presión atmosférica del aire disminuye y la cantidad de moléculas de gas desciende, lo que significa menos oxígeno disponible para respirar. En otras palabras, a mayor altitud, el aire se vuelve menos denso o “más fino” que el aire más cerca del nivel del mar.

Quién puede padecerlo

Cualquiera puede desarrollar esta enfermedad, sin importar la edad, el nivel de condición física o el estado de salud. Incluso las personas más atléticas pueden sufrirlo. Además, la actividad física a una altitud elevada puede hacer que la persona sea más propensa a padecer el mal de altura.

Al mismo tiempo, el riesgo de sufrir el mal de montaña puede depender de otros factores, como la rapidez con la que viajas a un lugar de mayor altitud, la altura a la que caminas, la altitud del lugar donde vives y si has experimentado el mal de altura en el pasado.

Cuáles son sus síntomas

  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Mareos
  • Vómitos
  • Dificultad respiratoria
  • Fatiga y pérdida de energía
  • Problemas de sueño
  • Pérdida de apetito

Los síntomas relacionados con el mal de altura suelen aparecer entre 6 y 24 horas después de llegar a altitudes superiores a 2500 metros sobre el nivel del mar. Pueden empezar a desaparecer en un par de días a medida que el cuerpo se adapta a los cambios de altitud.

❗ Si los síntomas son graves o si los síntomas leves no mejoran en un par de días, es necesario ir a una altitud más baja lo antes posible y obtener asistencia médica de inmediato. Los síntomas graves incluyen pérdida de coordinación, dolor de cabeza intenso, confusión e incapacidad para caminar, entre otros.

Cómo prevenirlo

La aclimatación se considera la mejor manera de reducir el riesgo de sufrir el mal de montaña. Esto significa que debes permitir que tu cuerpo se acostumbre a los cambios de presión atmosférica a medida que asciendes a altitudes más elevadas.

Por ejemplo, se debe escalar o caminar hacia mayores altitudes lentamente, ya que esto ayudará a que los pulmones inhalen más aire al respirar profundamente, permitiendo que más glóbulos rojos en el cuerpo transporten oxígeno a sus diferentes partes.

Algunas de las recomendaciones básicas para la aclimatación son los siguientes:

  • Comienza tu viaje por debajo de los 3000 metros. Si tienes que conducir o volar a algún lugar de mayor altitud, haz una parada en un lugar que esté más bajo durante al menos 24 horas antes de subir más.
  • Si tienes que subir más de 300 metros en un día, vuelve a bajar para dormir en un lugar de menor altitud.
  • Si haces senderismo, caminas o escalas por encima de 3000 metros, procura no subir más de 300 metros por día. Por cada 900 m que asciendas, descansa 24 horas a esa altitud.
  • Bebe de 2,8 a 3,8 litros de agua al día y asegúrate de que un 70 % de tu ingesta de calorías proceda de carbohidratos.
  • No hagas ejercicio vigoroso durante las primeras 48 horas.
Imagen de portada Depositphotos.com
Compartir este artículo