Qué son los cálculos amigdalinos y cuáles son sus causas
Si alguna vez te has visto tragando con dificultad o escupiendo por la boca estructuras pedregosas de color blanco amarillento, es posible que tengas cálculos en las amígdalas. No son perjudiciales para la salud, pero pueden ser desagradables, ya que son capaces de provocar la aparición de mal aliento. En Ideas en 5 minutos hemos preparado una guía sencilla que te enseñará los conceptos básicos de este problema común de las amígdalas.
❗Importante: Este artículo ha sido creado con fines meramente informativos y sus recomendaciones no deben tomarse como consejo profesional. Consulta a tu médico para obtener más información sobre este tema.
Qué son las amígdalas
Las amígdalas son un par de masas de tejido blando que se encuentran en la parte posterior de la boca. Tienen aspecto de dos bultos carnosos y se pueden ver cuando la boca está bien abierta. Cada amígdala tiene criptas o cavidades amigdalinas que ayudan al sistema inmunitario a obtener una
idea temprana de los alimentos que la persona digiere por la boca.
Qué son los cálculos amigdalinos o tonsilolitos
Los cálculos amigdalinos son trozos amarillentos de bacterias y residuos que forman piedras duras en los recovecos de las amígdalas. Estas piedras, o cálculos, pueden crecer y variar en tamaño, desde las más pequeñas y blandas hasta, a veces, más grandes. Su color puede variar de amarillo a blanco. No representan un riesgo para la salud, pero, en algunos casos, pueden provocar una infección en las amígdalas, lo que puede llevar a la necesidad de extirparlas quirúrgicamente.
Algunos síntomas de los cálculos amigdalinos son:
- Dificultad al tragar
- Restos blancos o amarillos en las amígdalas
- Mal aliento
- Dolor de oído
Cómo prevenirlos
Método 1: Hacerte una amigdalectomía
La amigdalectomía es un procedimiento que incluye la extirpación quirúrgica de las amígdalas. Si los cálculos amigdalinos son un problema a largo plazo, esta podría ser una opción. Según algunos estudios, las personas a las que se les extirpan las amígdalas no tienen más probabilidades de contraer infecciones bacterianas que las que siguen teniendo las amígdalas.
Método 2: Cepillarte los dientes y usar el hilo dental de manera regular
Tener una buena higiene dental puede prevenir la formación de cálculos amigdalinos. Asegúrate de cepillarte bien los dientes y usar el hilo dental después de cada comida, así como por las mañanas y antes de acostarte a dormir, si quieres eliminar las bacterias y los restos de alimentos que se quedan pegados a las amígdalas.
Método 3: Hacer gárgaras con agua salada
Incluye en tu rutina hacer gárgaras con agua salada después de cepillarte los dientes. Pon media cucharadita de sal en una taza de agua tibia. Toma un sorbo y haz gárgaras con el líquido durante 15 segundos. Este procedimiento llevado a cabo después de comer puede prevenir la acumulación de los restos de alimentos.
Método 4: Utilizar un enjuague bucal sin alcohol
Empieza a utilizar un enjuague bucal sin alcohol de manera regular. Al mover por la boca el enjuague bucal antibacteriano, reducirás la cantidad de bacterias dentro de la misma, lo que puede ayudarte a prevenir la formación de cálculos amigdalinos.