Cuál es la diferencia entre una ilusión y un objetivo
Los objetivos y las ilusiones son partes integrales de nuestras vidas. A todos nos viene bien soñar de vez en cuando, pero también tenemos que poder establecernos objetivos. Es solo que no todo el mundo entiende la diferencia entre estos dos conceptos.
En Ideas en 5 minutos, te contaremos cuáles son las diferencias entre objetivos e ilusiones.
Qué son las ilusiones
La ilusión se puede definir como una serie de imágenes, pensamientos y deseos en nuestra cabeza. Las ilusiones que dibuja nuestra imaginación a menudo se asocian con el futuro. Es lo que queremos y esperamos lograr algún día. Las ilusiones son ambiguas, vagas e imprecisas. Hablando de ellas, solemos utilizar palabras como “algún día”, “intentar”, “sería”.
Por ejemplo, uno puede soñar con iniciar su propio negocio, otro puede soñar con viajar por el mundo, un tercero puede soñar con una vida llena de aventuras digna de una película de acción; todas estas son ilusiones.
Las ilusiones pueden iluminar nuestras vidas, inspirarnos y llevarnos a tierras lejanas y situaciones increíbles. En ellas a veces logramos lo que parece imposible en la vida real.
Los sueños pueden convertirse en realidad si uno sabe cómo lograrlos y está dispuesto a hacer todo lo posible por ellos. Para poder cumplir un sueño, hay que establecer los objetivos correspondientes y lograrlos.
Algunas de nuestras ilusiones no pasan de ser fantasías, mientras que otras sí se pueden hacer realidad. Los sueños realistas pueden convertirse en objetivos y realizarse con dedicación y perseverancia.
Qué son los objetivos y qué tipos existen
Los objetivos son tareas específicas y cuantificables con un marco de tiempo establecido para lograrlos. A diferencia de una ilusión, esto es algo bastante tangible y concreto. Son planes que pretendemos cumplir.
Los objetivos nos permiten enfocarnos en la vida, ayudándonos a determinar lo que realmente queremos. Nos motivan y nos obligan a actuar. La perseverancia y la paciencia son cualidades importantes que ayudan a alcanzar los objetivos.
Los objetivos pueden ser:
- de largo plazo — por ejemplo, un joven de 20 años puede tener como objetivo fundar su propia empresa a los 35 años;
- de corto plazo — puedes ponerte el objetivo de levantarte a las 7:00 toda la próxima semana para hacer ejercicio.
Veamos por qué hay que establecer objetivos.
- Ayudan a concentrar la energía. Determinan qué debemos hacer primero y qué plazos debemos cumplir.
- Los objetivos establecen la dirección. La vida sin objetivos se puede comparar con un camino sin destino. Nos será más fácil avanzar si sabemos a dónde ir y cuánto tiempo tenemos para todo el camino.
No olvidarse de que, a diferencia de una ilusión, el objetivo es específico y siempre alcanzable. Las ilusiones viven en nuestra imaginación, pero los objetivos los establecemos en la vida real.
Diferencias entre ilusiones y objetivos
- Los objetivos son lo que nos impulsa a actuar. Las ilusiones son lo que pensamos. Los objetivos requieren acciones. A diferencia de soñar, lo que hacemos sin ningún esfuerzo.
- Los objetivos tienen plazos. Las ilusiones son infinitas. Los objetivos siempre deben tener una fecha límite, es decir, estar limitados en el tiempo. En cambio, estar ilusionado con lo mismo se puede de manera interminable. Algunas personas sueñan con algo toda su vida, pero nunca lo logran.
- Los objetivos tienen un precio. Las ilusiones son “gratis”. Los objetivos requieren esfuerzos de nuestra parte, como tiempo, dinero o trabajo duro. Para una ilusión, nada de esto es necesario.
- Los objetivos producen resultados. Las ilusiones, no. Los objetivos ayudarán a cambiar la vida, cambiar de trabajo, estado, país de residencia, etc. En cambio, las ilusiones seguirán siendo fantasías.
- Los objetivos se basan en la realidad. Las ilusiones son imaginarias. Podemos soñar con convertirnos en superhéroes, pero lo más probable es que esto no suceda. Los objetivos se basan en la realidad de este mundo, en metas que sí podemos lograr. Los objetivos pueden ser grandes, pero no sobrenaturales.
- Los objetivos tienen fin. Las ilusiones en habitual no terminan. El objetivo debe ser lograr un resultado específico. Después de que se logre, la persona establecerá una nueva meta. En cambio, soñar se puede hacer para siempre.
- Los objetivos pueden cambiar la vida. Las ilusiones pueden inspirarnos. Las ilusiones pueden motivarnos, pero son los objetivos los que en verdad pueden cambiar nuestras vidas.
- En el objetivo, hay que enfocarse. Las ilusiones a menudo no requieren un enfoque cercano, son ligeras y abstractas. Para lograr un resultado, necesitamos enfocarnos en un objetivo específico. Pero cuando nos ilusionamos con algo, los pensamientos son livianos y pueden reemplazarse libremente entre sí.
- El objetivo requiere trabajo. Las ilusiones requieren imaginación. Se cree que soñar es fácil y casi todos estamos ilusionados con algo. Los objetivos, en cambio, son más difíciles de establecer, ya que requieren trabajo duro. No todo el mundo tiene objetivos.
- El objetivo nos entrena. Las ilusiones expanden nuestra imaginación. Las ilusiones suelen ampliar los límites de nuestra imaginación. Los objetivos nos hacen mejores, gracias a ellos desarrollamos las habilidades viejas y adquirimos nuevas destrezas.