Qué hacer si hay un incendio en tu hogar

Un incendio puede originarse de forma accidental por diversas causas: al cocinar en el calentador o al encender una vela, entre otras cosas. Cualquiera sea la razón, ante un incendio no tenemos tanto tiempo para reaccionar. Por eso es importante saber de antemano qué hay que hacer para estar a salvo.

En Ideas en 5 minutos, hemos preparado una guía para ayudarte a estar preparado en caso de incendio.

❗ Importante: el único propósito de este artículo es brindar información sobre el tema, pero no pretende reemplazar el consejo de un profesional.

1. De ser posible, intenta apagar el incendio

Si el incendio es pequeño y acaba de originarse, quizás puedas controlarlo. Por ejemplo: si una sartén se prende fuego, rápidamente cubre las llamas con una bandeja para hornear o tapa de metal. Aguarda hasta que haya enfriado y luego puedes sacarla. Otra opción es echarle bicarbonato de sodio o sal. No utilices polvo para hornear, harina o cualquier otra opción similar, ya que pueden provocar otro tipo de reacción y empeorar el incendio. Por esta misma razón, presta mucha atención para no confundir estos productos si vas a intentar apagar un incendio

🚫 Si lo que se prende fuego es grasa, nunca intentes extinguir el incendio con agua. Se hundirá en el fondo de la sartén y se evaporará inmediatamente, lo que hará que la grasa se extienda aún más.

Puedes utilizar un extinguidor si tienes uno a mano. Antes de usarlo, asegúrate de que:

• Ya informaste a los bomberos.
• El incendio todavía es pequeño y no se ha extendido.
• No hay mucho humo.
• Todas las personas han salido o están por salir la casa.
• Hay una salida de emergencia detrás de ti.

Cuando uses un extinguidor, siempre sigue estos pasos: tira la palanca de seguridad, apunta a la base del incendio, aprieta la palanca con cuidado, y rocía de un extremo a otro.

❗ Si no logras apagarlo con el extinguidor, sal del cuarto inmediatamente.

2. Alerta a todos y evacúa el lugar

Si el incendio se está extendiendo y no puedes apagarlo:

• Llama al departamento de bomberos o a cualquier otro número de emergencias. Activa la alarma de incendios en caso de que haya una.
• Grita: “¡Fuego!” tantas veces como sea necesario para alertar a todos del peligro y para que puedan salir del lugar. No pierdas tiempo recogiendo objetos personales.
• Cierra las puertas al salir para evitar que el fuego se extienda.
• Si hay mucho humo, entonces gatea hacia la salida. Mantén la nariz cerca del suelo para poder respirar mejor. Recuerda que los gases son tóxicos y primero suben en dirección al techo.
• No abras ninguna puerta si la perilla está caliente. Usa el dorso de la mano para checar la temperatura y, de ser necesario, elige una ruta alternativa de escape.

• Si el incendio o las llamas están bloqueando la salida, permanece en la habitación y cierra las puertas. Coloca una toalla húmeda en las rejillas de ventilación y bajo la puerta para evitar que entre humo a la habitación. Si todavía no has llamado a los bomberos, hazlo inmediatamente. Abre una ventana y agita un paño de color o una linterna para pedir ayuda.
• Si tu ropa se prende fuego, tírate al suelo, cubre tu cara y empieza a rodar de un lado a otro hasta que el fuego se apague. No corras, porque esto hará que el fuego se esparza más rápido. Una vez que lo hayas extinguido, echa agua fría sobre la herida durante 3-5 minutos. Luego cubre el área con un paño seco y busca atención médica lo antes posible.

3. Aléjate de la casa

• Una vez que hayas salido, informa a los bomberos si falta alguna persona. No vuelvas a entrar a la casa. Esto solo enlentecerá el trabajo de los bomberos y pondrás tu vida en riesgo.
• Aléjate del perímetro que rodea a la casa o edificio porque parte del techo o revestimiento podría colapsar.

4. Asegúrate de que es seguro volver a tu casa y comunícate con los servicios necesarios

• Una vez que se haya apagado el incendio, pregunta a los bomberos si es seguro volver a entrar a tu hogar. Si todavía no lo es, deberás contactar un servicio de alojamiento temporal.
• Informa a tu compañía de seguros para que te den instrucciones sobre cómo proteger tu propiedad y arreglar los daños causados por el incendio.