Qué significa “hacer luz de gas” y cómo lidiar con ello
Hacer “luz de gas”, o gaslighting, es una forma de manipulación en la que un agresor hace que su víctima cuestione su propia realidad, haciéndola pensar que se está volviendo loca. Esta forma de chantaje también puede ocurrir en las relaciones de pareja, amistades y entre los miembros de una familia. Si crees que has sido afectado por ello, Ideas en 5 minutos te ayudará a disminuir sus efectos con algunos consejos.
Cómo reconocer la luz de gas:
1. Te mienten
Este tipo de personas manipuladoras te mentirán implacablemente en la cara y nunca admitirán sus malas acciones, incluso cuando tengas pruebas que demuestren que están equivocadas. Con el tiempo, empiezas a dudar de tu propia realidad porque son demasiado convincentes.
2. Eres desprestigiado
Las personas que usan este tipo de chantaje emocional pretenden preocuparse, pero difunden rumores sobre ti a los demás, diciendo que pareces emocionalmente inestable. De esta forma, muchas personas favorecen al acosador sin conocer la historia completa. Como ya se mencionó anteriormente, los manipuladores son mentirosos y también pueden decirte que otros piensan que estás loco. Incluso es posible que estas personas nunca hablen mal de ti, pero el agresor hará todo lo posible para convencerlos.
3. Evaden la culpa
Cuando le mencionas al agresor algo que dijo o hizo, a menudo notarás que cambiará el tema en lugar de abordar tu preocupación. También dirá cosas como: “Estás inventando todo. Las cosas no fueron así”.
También se negarán a asumir la responsabilidad de sus fechorías. Y dado que niegan sus errores, dejan a la víctima confundida y frustrada porque su dolor no ha sido reconocido. Luego, esto conduce a la negación y hace que sea difícil para la víctima sanar o superar el acoso o abuso.
Señales de que estás siendo víctima de luz de gas:
Cómo lidiar con la luz de gas:
1. Tómate un descanso de la situación
La víctima de luz de gas atraviesa una variedad de emociones, y estos sentimientos son completamente válidos. Lo importante es no darle al acosador una reacción inmediata y mantener la calma sobre la situación. Las personas manipuladoras son tercas y es posible que no cedan. Cuando te angustias, esto les da más poder para manipularte. Cuando estás tranquilo, también te concentras en la verdad. Aquí hay algunas cosas que puedes probar cuando te tomas un descanso:
- Sal a caminar para despejar la cabeza.
- Prueba con ejercicios de respiración.
- Repite un mantra afirmativo.
- Conéctate con una foto o un ejercicio de visualización.
- Cuenta lentamente hasta 10.
2. Reúne toda la evidencia que puedas
Cuando reúnes pruebas de que alguien te está haciendo luz de gas, puedes realizar un seguimiento de lo que está sucediendo fácilmente. Cuando el abusador niega los hechos, la evidencia reunida puede ayudarte a verificar la verdad por ti mismo. Aquí hay algunas ideas que puedes seguir.
- Toma capturas de pantallas de mensajes de texto y correos electrónicos.
- Toma fotografías de la propiedad dañada.
- Anota las fechas y horas de las conversaciones.
- Graba las conversaciones en tu teléfono. Algunas leyes pueden hacerte desistir de hacer esto, pero si necesitas ayuda legal, podrán ayudarte cuando expliques toda la situación.
3. Sé seguro y firme en tu versión de los hechos
La víctima y el acosador recuerdan las cosas de manera diferente, y tú, como víctima, también puedes preguntarte: “¿Qué pasaría si las cosas sucedieron como él dijo?”. Si ese es el caso, no regreses a su versión porque el objetivo del abusador es hacerte dudar de tu realidad. Tu cerebro no está inventando los recuerdos. Si recuerdas algo claramente y ellos lo niegan, eso es “hacer luz de gas”.
Intenta repetir el evento con calma y confianza, además, muéstrales la evidencia que reuniste, pero puede tener un impacto mínimo en ellos. Evita entrar en conflictos porque cualquier angustia te llevará a una mayor manipulación. Niégate a discutir cambiando de tema o simplemente sal de la habitación.
4. Ponte en contacto con personas que te apoyarán
Puede que te preocupe involucrar a otros de tu situación, ya que puede parecer mucho drama, pero cuando se trata del efecto “luz de gas”, es importante tener la percepción de tus personas cercanas. Incluir a quienes te apoyan te ayudará a darte cuenta de que no estás loco ni confundido. Dado que tus seres queridos no están directamente involucrados, te brindaran opiniones y apoyo imparcial.
Si trabajas o vives con una persona manipuladora que hace “luz de gas”, evita estar solo con ella. Trata de limitar el contacto, pero si necesitas reunirte con ella, lleva a alguien de confianza contigo o simplemente pídele que escuche la conversación. No se trata de tomar partido, sino de observar todo lo relacionado con la situación actual. Y en lo que respecta a los manipuladores que hacen luz de gas, es difícil para ellos manipular a más de una persona.
5. Busca un terapeuta profesional
A veces, las personas que hacen luz de gas pueden volverse abusivas. Esto no significa que estés equivocado, es solo que nadie merece ser abusado emocionalmente. Para comenzar a sanar, hablar con un terapeuta es una buena idea. Si te están haciendo luz de gas en el trabajo, habla con tu departamento de recursos humanos. Infórmate sobre el acoso y presenta una queja.