Cómo limpiar la lechada de las baldosas
Los azulejos son un tipo de revestimiento para pisos y paredes que es muy fácil de limpiar, lo que te permite mantener el baño y la cocina ordenados. Sin embargo, la suciedad y el moho pueden acumularse en la lechada, ensuciando la superficie y haciéndola menos atractiva. Afortunadamente, existen algunas técnicas sencillas para resolver este problema.
En Ideas en 5 minutos te mostraremos diferentes métodos para ayudarte a que tus paredes y pisos se vean geniales.
Método 1: vinagre
Además de matar las bacterias, el ácido acético del vinagre puede eliminar los depósitos minerales, la suciedad y la grasa, lo que lo convierte en un excelente agente de limpieza ecológico. Úsalo en lechada de color y blanca con manchas leves preparando una solución con agua.
Cómo hacerlo:
- Vierte la misma cantidad de vinagre y agua tibia en una botella con atomizador.
- Aplica la mezcla sobre la superficie y deja actuar durante 5 minutos.
- Frota suavemente con un cepillo rígido.
Método 2: jugo de limón
Este ingrediente natural puede eliminar las manchas difíciles en la lechada debido a su alta acidez. Además de ser un agente limpiador orgánico, dejará tu cocina o baño con un aroma fresco.
Cómo usarlo:
- Exprime uno o tantos limones frescos como necesites.
- Aplica el jugo directamente en las líneas de lechada y déjalo reposar durante 10 minutos. Puedes usar un cepillo de dientes viejo para facilitar este paso.
- Limpia con un paño húmedo.
Método 3: bicarbonato de sodio y detergente para platos
El bicarbonato de sodio es un limpiador seguro y un blanqueador suave. Te ayudará a eliminar la suciedad y las manchas sin riesgo de dañar las baldosas. Además, los componentes del detergente para platos te ayudarán a eliminar las manchas de grasa y aceite.
Cómo hacerlo:
- Mezcla una parte de bicarbonato de sodio con unas gotas de detergente para platos. Luego agrega suficiente agua para hacer una pasta.
- Aplica la mezcla sobre la lechada y deja actuar durante 20 minutos.
- Frota con un cepillo de dientes viejo y enjuaga.
Método 4: amoníaco, vinagre y bicarbonato de sodio
El amoníaco es un ingrediente incoloro que se encuentra en muchos productos de limpieza domésticos. Es eficaz para eliminar la suciedad y las manchas causadas por la grasa animal o el aceite vegetal, por lo que puede ser muy útil para los azulejos de la cocina. Para evitar la irritación de la piel o los ojos al manipularlo, asegúrate de que el área esté ventilada y usa guantes y lentes protectores.
Cómo hacerlo:
- Vierte 7 tazas de agua tibia, 1/2 taza de bicarbonato de sodio, 1/3 taza de amoníaco y 1/4 taza de vinagre en un balde. Revuelve suavemente para mezclar.
- Sumerge una esponja y aplica la mezcla sobre la lechada. Deja reposar unos minutos.
- Frota con un cepillo, enjuaga y seca.
Nota: si la lechada no se ve limpia después de este procedimiento, aplica más mezcla y déjala actuar hasta por una hora.
Método 5: peróxido de hidrógeno
Este líquido transparente es una sustancia química que se utiliza en una amplia variedad de productos de limpieza y cuidado personal. Es eficaz contra bacterias y hongos y también puede actuar como agente blanqueador. Por esta razón, se recomienda probarlo en un área pequeña poco visible antes de usarlo en grandes áreas, como pisos.
Cómo hacerlo:
- Aplica peróxido de hidrógeno directamente sobre la lechada. Puedes utilizar una botella de spray para facilitar este paso. Deja reposar durante al menos 10 minutos.
- Frota con un cepillo rígido con movimientos circulares.
- Enjuaga el área tratada con agua.
Método 6: blanqueador con cloro
Si las manchas son demasiado difíciles de eliminar, tal vez quieras probar este producto. Solo asegúrate de diluirlo con agua como se indica en las instrucciones del frasco, y asegúrate de usarlo en un área bien ventilada. Para mayor seguridad, también se recomienda usar mascarilla y guantes.
Cómo hacerlo:
- Con un cepillo de dientes viejo, frota la solución de blanqueador con cloro directamente sobre la lechada. Trabaja en áreas pequeñas.
- Déjalo actuar durante al menos 30 minutos y enjuaga con agua tibia. Repite si es necesario.
Nota: evita aplicar lejía con cloro a la lechada de color porque puede causar decoloración. Nunca la mezcles con otros agentes de limpieza, como amoníaco o productos ácidos, ya que puede producir gases tóxicos.
Método 7: peróxido de hidrógeno y bicarbonato de sodio
Esta combinación es otra forma de deshacerse de las manchas difíciles y duras.
Cómo hacerlo:
- Vierte un poco de bicarbonato de sodio en un tazón y agrega suficiente peróxido de hidrógeno para hacer una pasta espesa.
- Aplica la mezcla sobre la lechada con un cepillo de dientes viejo. Cubre el área completamente y deja reposar de 5 a 10 minutos.
- Frota la lechada con el cepillo de dientes nuevamente. Repite los pasos anteriores si la suciedad no parece desprenderse.
- Retira la pasta restante con un paño húmedo. Termina el procedimiento rociando un poco de limpiador y limpiándolo con un trapeador limpio.