Guía para limpiar el refrigerador de manera rápida y eficiente
Es aconsejable que aproximadamente una vez al mes, hagas una limpieza profunda de tu refrigerador para que se mantenga limpio y reduzcas el riesgo de contaminación alimentaria. En el proceso deberás lavar estantes, limpiar restos de derrames y desechar todo aquello que esté vencido o que creas que ya no vas a consumir. Aunque todo esto pueda parecer una tarea ardua y tediosa, no tiene por qué ser así.
Ideas en 5 minutos te enseña cuáles son los pasos que debes seguir para que puedas hacerlo de manera rápida y eficiente.
Paso 1. Saca toda la comida
Esto hará mucho más fácil la limpieza, porque de esta forma podrás alcanzar cualquier esquina o grieta que quizás no veas con los productos dentro.
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Aprovecha el día de la semana en que menos cantidad de alimentos tengas (puede ser antes de las compras semanales).
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Antes de comenzar, deja libre la mesada de tu cocina u otro lugar cercano para poder acomodar allí todo lo que retires del refrigerador.
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Asegúrate de que los alimentos no queden afuera durante más de una hora; toma el tiempo y no dejes que la limpieza dure más que eso. Aunque algunos productos pueden resistir más tiempo fuera del frío, otros pueden comenzar a descomponerse rápidamente.
Paso 2. Desecha los alimentos caducados o en mal estado
De este modo evitarás que los que están en buen estado se contaminen: los gérmenes presentes en los productos vencidos pueden propagarse a otros estantes del refrigerador.
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Échalos a la basura dentro de una bolsa sellada, así evitarás fugas o que el moho se expanda.
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Revisa la fecha de vencimiento de los productos que tengas desde hace mucho tiempo.
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Deshazte de aquellos artículos viejos que has comprado para alguna ocasión especial, pero que sabes que ya no vas a consumir.
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No olvides sacar la basura apenas termines con esta tarea; de lo contrario, tu casa rápidamente podría llenarse del olor de todos esos alimentos en descomposición.
Paso 3. Retira estantes, cajones, repisas y cualquier otra superficie extraíble
Esto agilizará tu trabajo y te permitirá realizar una limpieza más profunda.
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Antes de limpiarlas y enjuagarlas, llena un recipiente con agua tibia y detergente para platos y déjalas en remojo.
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Si las notas muy percudidas, puedes remojarlas en una solución de 2 cucharadas de bicarbonato de sodio por cada litro de agua tibia.
Paso 4. Lava a mano todas las partes del refrigerador que hayas podido extraer
Restriégalas con un cepillo o una esponja de cocina.
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Si tienes estantes extraíbles de vidrio, no los coloques bajo el agua caliente apenas los saques del refrigerador; el cambio brusco de temperatura podría hacer que se rompan. Es mejor si los dejas un tiempo a temperatura ambiente.
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Luego del lavado, colócalos en una repisa y deja que se sequen naturalmente mientras continúas con la limpieza; si cuando terminas de limpiar todo aún no se han secado, usa un paño seco y que no deje pelusas para secarlos bien.
Paso 5. Limpia el interior
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Evita los detergentes o los productos de limpieza perfumados, ya que los alimentos pueden absorber el olor. Por el mismo motivo, tampoco debes utilizar limpiadores muy abrasivos, como amoníaco o lejía.
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En cambio, puedes usar una mezcla de 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y 1 litro de agua tibia; esta ayuda a aflojar los productos o derrames adheridos y neutraliza los malos olores.
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Luego enjuaga con un paño húmedo o una esponja y pásale uno seco y absorbente para terminar el proceso.
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Si encuentras manchas difíciles de quitar o productos muy adheridos a la superficie, aplica directamente sobre ellas la misma mezcla de bicarbonato y agua tibia y deja actuar con la puerta abierta aproximadamente 10 minutos.
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Comienza de arriba abajo para evitar derrames sobre las superficies ya limpias.
Paso 6. Limpia el sello de goma de la puerta
Así eliminarás las migas que se hayan acumulado dentro.
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Usa agua caliente y un lavavajillas suave.
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Pasa una esponja por el interior de los sellos y seca con un paño limpio o una toalla de papel.
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Si notas que hay migas o suciedad muy incrustada, puedes ayudarte para llegar hasta allí con un cepillo de dientes viejo y utilizar una mezcla de vinagre y agua (son dos partes de agua por una de vinagre) para matar todas las bacterias y gérmenes que esta goma pueda guardar.
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Puedes frotar una pequeña cantidad de loción corporal por los bordes de la junta para mantener la goma flexible.
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Cuando termines, asegúrate de que el sello quede bien ajustado; de lo contrario, el refrigerador podría perder frío y no funcionar correctamente.
Paso 7. Vuelve a introducir los alimentos en el refrigerador
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Limpia bien los frascos, las botellas y los recipientes de plástico con agua caliente y jabón.
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Aprovecha para volver a revisar las fechas de vencimiento y el estado de todo lo que vuelvas a guardar.
Paso 8. Limpia el exterior
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Limpia las puertas, los bordes y la parte superior con un paño de microfibra embebido en agua tibia y detergente suave.
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Comienza por la parte superior y ve avanzando hacia abajo, presta especial atención a los mangos.
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Si el exterior de tu refrigerador es de acero inoxidable, echa un poco de vinagre blanco en un paño de microfibra y frótalo en la dirección que va la veta.