Es verdad o un mito que una persona se puede enfermar por una corriente de aire
“¡Cierra la ventana, porque te puedes enfermar!”. Posiblemente todas las personas en su infancia hayan escuchado tal frase por parte de sus padres y abuelos. Y es que muchos estaban enérgicamente convencidos de que una corriente de aire realmente podía ser perjudicial.
Pero nosotros, en Ideas en 5 minutos, por fin decidimos averiguar si realmente vale la pena creer en esto o no.
❗ Ojo: Este artículo se creó con fines informativos y no reemplaza las recomendaciones de especialistas.
¿Qué es un resfriado?
Para responder correctamente a esta pregunta, se necesita entender qué es un resfriado.
El resfriado es una infección viral de la vía respiratoria superior, la nariz y la garganta. La mayoría de los resfriados son causados por virus. Estos se encuentran en el aire que respiramos o en las cosas que tocamos. Ingresan al organismo y causan una reacción en nuestro sistema inmunológico, lo que nos hace sentirnos mal y débiles.
Los adultos se enferman de un resfriado unas 2 o 3 veces al año, mientras que los bebés y niños pequeños lo hacen un poco más a menudo. Por lo general, no necesitamos la ayuda de un médico y nos recuperamos después de una semana o unos 10 días. Pero en caso de que los síntomas comiencen a molestar más y se prolonguen, entonces se recomienda acudir a la clínica de inmediato.
¿Es posible enfermarse de un resfriado por una corriente de aire en casa?
Y bien, hemos averiguado que el resfriado es causado por virus. Entonces, lo lógico sería preguntar: ¿qué tienen que ver las corrientes de aire con él?
En realidad, es imposible resfriarse por estar en una habitación con una corriente de aire o por dormir en ella. No existe ninguna prueba de que un clima frío o aire frío provoquen un resfriado. Por el contrario, la ventilación poco frecuente y el aire seco en un cuarto cerrado pueden reducir nuestra resistencia a los virus.
Sin embargo, vemos que las personas se enferman con más frecuencia en los meses del otoño e invierno en comparación con verano. Esto tiene una explicación. En la estación fría, nos quedamos en casa con más frecuencia, abrimos las ventanas menos frecuentemente, el aire se vuelve más seco y, como mencionamos antes, esto solo aumenta la susceptibilidad a los virus. La mayoría de los que causan el resfriado sobreviven mejor en ambientes con una baja humedad. Por ejemplo, en otoño e invierno.
Asimismo, se supone que el aire frío seca la superficie interna del tracto respiratorio y, por consiguiente, hace a una persona más susceptible a los virus. Por lo tanto, es importante tener un sistema inmunológico fuerte: hacer ejercicio de forma regular, mantener una dieta equilibrada y descansar lo suficiente pueden ayudar en esto.